Ver fotos

Los cultivos junto al camino del caballón del Ebro en Calahorra. Isabel Álvarez

Una riada de cuantiosos daños

La crecida del Ebro inunda centenares de hectáreas de cultivos, 500 solo en Calahorra, y apunta a pérdidas millonarias

I. ÁLVAREZ, E. PASCUAL, D. MARÍN, M. CARO Y J. CAMPOS

Domingo, 12 de diciembre 2021

La Rioja amanecía este domingo con el alivio del descenso del caudal del Ebro a su paso por la comunidad, lo que de entrada supuso que el Gobierno regional desactivase el plan de emergencia ante la crecida extraordinaria. Los aforos del río se situaban a ... primera hora del domingo en 366,45 metros cúbicos por segundo en Miranda, en 933 en Logroño, en 1.119,20 en Mendavia y en 2.347 en Castejón, unos niveles bastante más bajos que los registrados el sábado, cuando se estuvo en vilo desde Haro hasta Alfaro.

Publicidad

Sin embargo, una vez pasado lo peor de la avenida, llegaba el momento de cuantificar los daños causados, pues una vez más las fincas agrícolas anegadas por el agua se extienden de oeste a este de la región Ebro abajo. «Estamos en contacto con los ayuntamientos involucrados y visitando las zonas más afectadas a la espera de los partes que reciba Agroseguro en los próximos días para tener la fotografía real de los daños», informaban a Diario LA RIOJA fuentes del Ejecutivo autonómico.

Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población se recordaba que, si el agricultor tiene suscrito un seguro agrario, «lo primero de todo, es dar parte del siniestro y seguir las instrucciones indicadas antes de iniciar cualquier actuación sobre el cultivo». A primera vista, y mientras se produce una evaluación más precisa con el paso de los días y según vayan bajando las aguas, Calahorra se presenta como el municipio más perjudicado.

Nadie se atreve todavía a dar cifras, pero la crecida extraordinaria de diciembre ha dejado unas 500 hectáreas de cultivos afectados solo en la citada localidad, cuyas pérdidas económicas apuntan a millonarias. Y es que hay agricultores que no solo han perdido la cosecha que tenían que recoger ahora, sino todo lo que habían plantado de cara a la próxima primavera.

Vídeo. Isabel Álvarez

La mota de defensa del Ebro, al contrario de lo sucedido con el desbordamiento de 2015, ha resistido mejor, aunque las inundaciones de fincas de la ribera han sido inevitables. No obstante, algunos puntos en los que el río sobrepasó el caballón requirieron ayer de intervenciones de urgencia por parte de la comunidad general de regadíos.

Publicidad

«Ha sido una noche bastante intranquila... Preveía que si no bajaba el caudal, se iban a anegar mis tierras». José María Solana Gurrea, agricultor en la zona de la ribera de Calahorra, comprobaba a primera hora que sus peores temores se hacían realidad en el término municipal de Sotonuevo-Quebrada, uno de los más afectados.

Las imágenes de la zona, en el límite con Navarra, resultaban impactantes. Cientos de hectáreas de cultivos anegados en un terreno en el que se producen coliflores, bróculi, cardo y acelga, que ya «no valdrán para nada», decía este agricultor, quien «por la experiencia de otras veces» se mostraba rotundo al afirmar que «se ha perdido prácticamente todo».

Publicidad

Desde la citada comunidad de regadíos, Fernando Morales comparaba la crecida de este fin de semana con la de hace siete años, en la que se perdieron 1.500 hectáreas de cultivo y el Gobierno de La Rioja destinó 3,9 millones a paliar los daños del desbordamiento. «Esta vez no ha habido rotura del caballón, aunque ha pasado un volumen de agua mayor», precisaba. De momento, desde la entidad de riego se encuentran valorando daños, pero «para saber qué ha pasado con las infraestructuras , como acequias y tuberías, tenderemos que esperar unos días a que baje el agua».

Noticia Relacionada

En la cooperativa El Raso, uno de los principales centros de distribución de verdura de Calahorra y de la ribera de Navarra, su gerente, Salva García, daba también por perdida toda la cosecha de hortaliza de los socios que han visto convertidos sus cultivos en balsas de agua. «Lo que se ha quedado tapado ya no vale para nada», lamentaba. «Hay muchísimo daño. Esto es un desastre».

Publicidad

Alfaro tampoco saldrá indemne de la crecida y, según estimaciones sobre el terreno, pueden cifrarse en hasta cien las hectáreas afectadas. Finalmente, el pico máximo de la misma se quedó en los 2.493 metros cúbicos por segundo entre las 22 horas y la medianoche. En ese momento, el Ebro alcanzó los 7,95 metros de altura a su paso por Castejón.

El paisaje del río en la localidad era el de decenas de hectáreas cubiertas de agua desde el Ortigoso y La Nava, frente a Milagro, hasta el Estajao y La Roza, donde se cortó la carretera nacional N-113 hacia Pamplona (quedando como alternativa de comunicación la autopista). Con todo, la CHE informó de que la estación registraba menos caudal debido al embalsamiento que el río produce en el tramo gracias a las herramientas del 'Ebro Resilience', que le permiten espacios para expandirse de 22 hectáreas en el Ortigoso y 20 en el Estajao (aunque el hecho de haber llegado con las obras sin finalizar ha hecho que salte el mazón retranqueado por finalizar y ha cubierto muchas más en la zona).

Publicidad

El Ayto de Calahorra ha cortado los accesos al caballon del Ebro, porque se están realizando trabajos de refuerzo. i.a.

Bajo el agua, en cualquier caso, varias casillas y huertas familiares en la zona de La Nava y muchas fincas que, por la estación del año, no están en cultivo, en especial frutales y algún viñedo. La confianza de sus propietarios es que el agua se retire pronto y no afecte al proceso del árbol.

Con una crecida similar a la de 2015, eso sí, la extensión anegada es apreciablemente menor que entonces. Aunque se han inundado fincas, la altura no es tanta y ya está de retirada. Un hortelano comparaba: «Veo los cardos, podré comerlos, mientras que en 2015 se me llevó la casilla», contaba. A unos metros, unos invernaderos seguían cubiertos. Sus dueños contaban que retiraron el viernes la maquinaria y todo el producto posible en previsión de la crecida.

Noticia Patrocinada

Noticia Relacionada

También fue día de recuento en Logroño y sus alrededores. En el barrio de Varea los daños más visibles se han producido en las fincas de recreo del camino del Chivero, la zona más próxima al parque del Iregua y la desembocadura sobre el Ebro. Jorge Hernández, de la asociación de vecinos, explicó que no conocía la cuantificación de daños de las huertas más dedicadas a la producción, pero le constaba que en el término del Medio y el paraje Los Cerrillos, en el camino Canicalejo, donde hay varias tierras con árboles frutales, el agua los anegó por completo.

ernesto pascual

En Fuenmayor se inundaron viñas de la zona de Peña Gorda, cerca del barrio de La Estación, frente a Lapuebla de Labarca. En Agoncillo, donde el agua se quedó a escasos metros del cementerio, la alcaldesa, Encarna Fuertes, no sabía valorar los posibles perjuicios, aunque reconocía la inundación de huertas y de la zona recreativa Las Fuentes tanto por la crecida del Ebro como el desborde del Leza en su desembocadura. «Las fincas anegadas son de regadío, huertas y olivares», señaló Fuertes. Sí que les supondrá un coste extra el agua solicitada al Bajo Iregua para poder asegurar el suministro al polígono El Sequero. «También estoy pendiente de que el director del aeropuerto nos diga si ha habido daños allí», expuso la regidora.

Publicidad

En Arrúbal, a la alcaldesa, Nieves San Pedro, tampoco le constaban daños de consideración, sobre todo porque el pueblo se sitúa sobre un terreno elevado. Sin embargo, sí que se inundaron huertas y casetas particulares, sobre todo, en la zona del Soto y el Sotillo. «En esta época tampoco hay mucho que hacer en las huertas, lo que está inundado es el regadío y zonas de matorral, que ya tienen la catalogación de inundable», explicó.

«Valoración de daños no hemos hecho, porque es una situación que se suele dar una vez al año y siempre dura 24 horas», explicaba por su parte Laura Rivado, alcaldesa de Haro. «El único fastidio, evidentemente, es para las huertas», concluía. En Briones, del mismo modo, están en período de espera y evaluación.

Publicidad

El agua también anega el interior de la casa consistorial de Briñas

También fue día de evaluación de daños en el Ayuntamiento de Briñas. Según la alcaldesa, Silvia Bahillo, el domingo consiguieron por fin entrar en el Consistorio al bajar el nivel del agua que lo inundó todo. «Está fatal... Nos va a costar mucho ponerlo todo en orden. Hasta el cuadro de la luz tiene agua. Hay humedad hasta el techo», explicaba. El Gobierno de La Rioja, por su parte, informaba de que «a pesar de la extraordinaria crecida del Ebro, debemos celebrar que todo ha funcionado bien, no ha faltado el agua potable ni se ha dejado de depurar el agua residual en los municipios ribereños».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad