Ernesto Pascual
Lunes, 24 de abril 2017, 09:50
Los datos recogidos el 19 de agosto de 1752 en Herce para elaborar el que fue el Catastro del Marqués de la Ensenada apuntaron que la villa pagaba por el diezmo 45 horcas de ajos frente a 546 horcas de cebollas. Era la proporción inversa de lo que se daba en las localidades vecinas del Cidacos, donde el ajo mandaba. De ese cultivo mayoritario viene que a los vecinos de Herce se les conozca como cebolleros.
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Como reivindicación de su historia, agricultura e identidad, la Asociación Almovívena ha celebrado este fin de semana la primera edición de la Feria de la Cebolla Asada.
Con las calles de la villa convertidas en un atractivo recorrido por 30 puestos artesanales y paneles relatando su historia y patrimonio, cientos de personas visitaron ayer la feria en su momento grande, la degustación de 1.000 raciones compuestas por 3 cebollas y un huevo asados a la brasa. Perfectamente organizada y con los vecinos implicados, el ambiente durante toda la mañana fue de fiesta mayor.
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