Operarios y máquinas retomaron el lunes los trabajos sobre la presa y levantan dos capas diarias de hormigón en su pared. :: e.p.

Enciso vuelve a ritmo trepidante

La renovación del contrato lleva a que las empresas retomen los trabajos, que deben culminar en octubre del 2018

Ernesto Pascual

Viernes, 7 de abril 2017, 10:31

A 10,5 grados de temperatura, el movimiento alrededor de la presa de Enciso es constante, con un enjambre de protagonistas en sus diversas zonas. Es la temperatura ideal para que el hormigón que máquinas y operarios reparten por capas fragüe y su pared quede como un sólido cuerpo monolítico.

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Los camiones con gravas llegan constantemente desde los campos de acopio próximos a la villa hasta los umbrales de la obra, sin descanso. La gran planta que prepara el hormigón lo asciende y reparte entre los grandes camiones que, en lo alto de su pared, lo depositan en su superficie para que retro excavadoras, molones y operarios lo expandan y la hagan crecer. La actividad en la presa de Enciso ha regresado año y 5 meses después del último parón técnico con toda la energía, en dos turnos de trabajo que pronto serán tres, para que la pared suba su altura durante las 24 horas del día.

El acuerdo entre el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y las empresas adjudicatarias, la unión temporal (UTE) formada entre FCC y Dragados, para prorrogar el contrato por 18 meses más ha dado lugar a que los trabajos se retomen con la misma actividad que tenían en diciembre del 2015, cuando vivieron una parada técnica por la llegada del frío, que se ha prolongado en casi año y medio.

Son unos 200 las personas que trabajan en las diversas labores que requiere la presa de Enciso. La flota de camiones con gravas se suma a decenas de furgonetas y coches de diversos gremios vinculados con las excavaciones e instalaciones, electricidad, etc.

Como adelantó Diario LA RIOJA el 26 de marzo, la renovación del contrato daba lugar a que las empresas adjudicatarias retomaran los trabajos el 3 de abril. El objetivo es dar altura a la pared, que alcanza 80 de los 103,5 metros proyectados. Los trabajos levantan dos capas de hormigón de 30 centímetros de alto cada día. Debido a que el hormigón sólo puede depositarse entre uno y 20 grados para que fragüe y que la pared quede como un cuerpo monolítico, las empresas tienen apenas tres meses para ganarle altura a la pared. De cara a su programación, la empresa tiene hasta octubre del 2018 para completar el contrato.

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Con la reanudación de los trabajos, los vecinos de la zona apuntan la necesidad de que se ejecuten también las obras complementarias, entre ellas la nueva carretera que supla a la que quedará bajo agua.

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