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Pablo José Pérez
Lunes, 19 de diciembre 2016, 00:10
Alrededor de 2.500 personas se concentraron ayer en la plaza de España de Nájera para reclamar con su presencia y su silencio que «los frailes franciscanos continúen custodiando el monasterio de Santa María la Real, como vienen haciendo desde 1895».
La convocatoria de esta ... manifestación había surgido de manera espontánea de varios vecinos que, a través de las redes sociales, fueron corriendo la voz para celebrar este acto de protesta en la tarde de ayer.
Ante una audiencia que sorprendió por su impresionante silencio, roto tan solo por algunos aplausos, la periodista Mariola Alesanco dirigió unas palabras al público congregado recordando «que los padres franciscanos forman parte de Nájera y deben seguir custodiando el monasterio, como han hecho durante más de un siglo». A continuación pidió que se mantuviera el silencio, mientras desde la megafonía sonaba la 'Salve', interpretada por la Coral Najerense, que dirige el abad de los franciscanos de Nájera, el padre Lucas Uranga.
Entre los asistentes se encontraba el profesor José Ignacio de la Iglesia, uno de los impulsores de Amigos de la Historia Najerillense y de la Semana de Estudios Medievales, que mostró su «disgusto porque es una situación muy triste para el monasterio y para la cuenca del Najerilla, ya que los franciscanos no son sólo los guardianes del monasterio, sino que atienden muchas parroquias en los pueblos». De la Iglesia rememoró también que fue el promotor del homenaje a esta Orden en el centenario de su llegada, durante la VI Semana de Estudios Medievales, en 1995.
Asimismo, don José Félix Sáenz, párroco de Nájera y arcipreste, comentó que la labor de los frailes «en el monasterio y en la comarca ha sido extraordinariamente buena a nivel de historia, de restauración, pastoral y de entrega a la gente. Por ello, apoyamos, desde la parroquia de Nájera y las de los pueblos, el que sigan aquí porque han sido incondicionales para ayudar siempre que se les ha pedido».
La comunidad franciscana de Nájera recibió hace semanas instrucciones del Provincial de la Orden, desde Aránzazu, avisándoles de su próximo traslado a ese santuario guipuzcoano y al cántabro de Santo Toribio de Liébana. La instrucción se conoció la pasada semana y de inmediato comenzaron las gestiones para celebrar un Patronato extraordinario de los gobiernos navarro, riojano y central, las diputaciones vascas y el Ayuntamiento para evitarlo.
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