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la Rioja
Viernes, 2 de diciembre 2016, 13:42
No es la primera vez que una localidad utiliza esta fórmula para luchar contra el mal de la despoblación que sufren algunos pueblos. Uno de los síntomas de que están sufriendo este proceso es el cierre de su colegio, no hay niños suficientes. Camprovín ha ... visto cara a cara esta situación.
El municipio riojano de Camprovín, que cuenta con 160 vecinos, ofrece a las familias de refugiados que escolaricen a sus hijos en la escuela del pueblo una vivienda y un contrato laboral de media jornada para uno de los padres por un periodo de seis meses.
El alcalde de esta pequeña localidad, Arturo Villar (IU), ha informado a Efe que el pleno municipal celebrado el pasado 29 de noviembre aprobó por unanimidad un plan para atraer población y evitar el cierre de la escuela.
El Ayuntamiento, cuya corporación está formada por cuatro concejales de IU y uno del PP, ya ha iniciado los trámites y cabe la posibilidad de que se ofrezca esta oportunidad a una familia siria refugiada que se encuentra en el centro de Cruz Roja, formada por una pareja joven con tres hijos de corta edad, ha explicado Villar.
Además, se ha acordado la concesión de una ayuda municipal de hasta 900 euros anuales para el fomento de la natalidad y propiciar el empadronamiento de nuevos niños en el pueblo.
Los efectos de la despoblación
Ha explicado que este municipio, que "sufre" los efectos de la tremenda despoblación, es "sensible" a la "tragedia humana" de los refugiados al ver el "sufrimiento que cientos de miles de personas, muchos de ellos niños, que huyen de la muerte y de las guerras".
"Esos seres humanos, de otros paisajes, de otras tierras, hoy necesitan nuestra ayuda, ayer fuimos nosotros los que huíamos", citó el alcalde, para quien "esas gentes y esos niños necesitan un espacio de paz; esas madres y padres necesitan ver sonrisas en vez de lágrimas de dolor en su niños".
Por otro lado, en La Rioja, existen zonas "muy despobladas y muy envejecidas con riesgo de olvido", que podrían dejar municipios "sin futuro", ha lamentado.
Villar ha recalcado que, tanto los refugiados como los vecinos de estos pueblos, "se necesitan mutuamente", ya que "ellos huyen de la guerra y de la muerte y nuestros pueblos lo hacen del despoblamiento".
El plan para atraer población a Camprovín pretende poner en práctica el refrán "A Dios rogando y con el mazo dando", en el ámbito de las competencias de este pequeño Ayuntamiento, dentro sus "limitadas" posibilidades presupuestarias y que, según su alcalde, ha decidido pasar de la teoría a la práctica.
A disposición de Cruz Roja
Ha recordado que, el pasado 31 de marzo, el pleno ya aprobó una moción de apoyo a los refugiados porque "ningún niño merece vivir asustado y sin hogar".
Como Municipio Acogedor de Refugiados, Camprovín se ha puesto a disposición de Cruz Roja Rioja para acoger a una familia de refugiados con niños en edad escolar, de entre 3 y 12 años.
A esta familia les facilitarían vivienda en el municipio por cuenta de los presupuestos municipales por un periodo mínimo de seis meses, pero se podría ampliar este plazo, si se considerara oportuno, aunque habría que aprobarlo en otro pleno municipal.
A uno de los padres se le ofrecerá trabajo por media jornada por un periodo de medio año y al otro progenitor se le sugerirá que, voluntariamente, realice alguna actividad social, como por ejemplo abrir algunas horas el local municipal adecuado para actividades para niños o mayores.
Esta actividad, además, propiciaría la interrelación con los nuevos vecinos. La única condición que exige el municipio es que los niños en edad de escolarización asistan a la escuela pública de Camprovín, que durante el curso 2015-2016 contó con diez alumnos, uno de segundo ciclo de educación infantil y nueve de Primaria; y que en el actual solo tiene cinco.
Cinco o Nájera
Ha precisado que cinco es el número mínimo para mantener abierta la escuela en Camprovín, por lo que es necesario ampliar ese número, ya que, de lo contrario, los alumnos deberían trasladarse a un centro educativo en Nájera.
Por otro lado, Camprovín concederá una ayuda municipal de 75 euros mensuales durante un máximo de un año por cada recién nacido que se inscriba en su Registro Civil.
Esta ordenanza regula que los padres deben ser una pareja estable y reconocida mediante matrimonio -civil o canónico- o estar inscritas en el registro de parejas de hecho de Camprovín. Además, los padres deben acreditar su residencia en esta localidad desde, al menos, nueve meses antes del nacimiento de su hijo. El Ayuntamiento ha fijado la concesión de un máximo de tres ayudas al año, que se abonarán en tres pagos de 300 euros cada uno.
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