M. F.
Martes, 22 de noviembre 2016, 17:26
Carlos Coloma presume de ser un riojano que vende el nombre de la tierra allá donde va. «Siempre llevo el nombre de esta tierra en la boca sea donde sea», explicaba después de recoger el premio. Y por eso este galardón le ha dado el ... regusto que da ser reconocido en tu propia tierra. «Es un privilegio estar en Aldeanueva de Ebro recogiendo este premio», agradeció al alcalde. Para después reconocer que «mi sueño era conseguir una medalla olímpica y después de cuatro años de mucho trabajo y esfuerzo, ahí está», continuó.
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Una medalla que además le sirve para quitarse el sabor amargo de esa lesión de hombro que casi le retira del deporte de alta competición. «No cabe duda que uno tiene un respaldo mayor para seguir trabajando después de haber conseguido un metal olímpico», al parecer por sus palabras no sólo un respaldo moral.
Ahora su próxima meta es el Mundial que se celebra el año que viene pero promete no parar, al menos, hasta Tokio.
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