Peroblasco saca los colores

Es la Fiesta del Humo, una de las citas más especiales del verano riojano y que este fin de semana volvió a reunir a cientos de vecinos, amigos de la villa y curiosos de esta ya tradición.

Con la tarde veraniega paseando el Alto Cidacos, disfrutaron por las eras y las calles de acento antiguo y de piedra, compartiendo brindis, bocata, conversación y conocimiento de una de las aldeas más embriagadoras de nuestra comunidad. Pese a la algarabía, Peroblasco seguía desprendiendo esa quietud y calma que la caracteriza en el día a día. También esa amistad de puertas abiertas entre vecinos, que permitió a muchos disfrutar de exposiciones.

A medida que el reloj avanzaba, los gaiteros guiaron en pasacalles a las afueras de la aldea, al mirador que crece desde la carretera a su paso. Con las nueve en el reloj y sonando el 'Canon' de Pachelbel, el humo de colores surgió de las chimeneas de la aldea pintando el anochecer. Pero no sólo es un espectáculo visual y sonoro. Es sobre todo una forma por la que los vecinos se hacen presentes y reivindican a las autoridades. Y les sacan los colores. Porque de nuevo tuvieron que reclamar que se habilite un local público para que deje de ser el único pueblo de La Rioja sin uno y que se limpie de hiedras el puente medieval, tesoro patrimonial y único acceso a la villa. Como novedad, los vecinos colocaron coloridos carteles descartando un nuevo puente y reclamando, por sostenible, el mantenimiento del suyo.