Chelo Fernández llevará su denuncia por amenazas contra Portillo a la Audiencia

En su recurso de reforma, Fernández insiste en señalar que sí hubo amenazas pero que el auto de archivo de la causa "no valora el contenido de la conversación".

Según ha informado el alcalde esta mañana, el juez de Calahorra se ha pronunciado de manera muy contundente. Luis Martínez-Portillo, ve en este nuevo auto un reproche judicial hacia la concejal de la oposición por insistir en su acusación buscando un cambio de apreciación en el tribunal de Calahorra.

Martínez-Portillo ha leído algunos pasajes del nuevo auto que desestima el recurso de reforma y que le fue comunicado ayer. En él, el juez dice que "valora el contenido de la grabación objeto de denuncia, cuestión distinta es que el recurrente -Chelo Fernández- no lo comparta". Por otra parte, reitera que "es la propia denunciante la que convierte la conversación y los hechos de la conversación en una cuestión de política municipal cuando insiste una y otra vez a propuestas del alcalde en que tendría que consultar con su grupo político".

Además, el juez afirma que la motivación del recurso interpuesto "es tan profusa como inexistente, sin que haya concreción específica de las amenazas, como también reconoce el fiscal". Finalmente, el auto viene a decir que el hecho de grabar la conversación "no es por si mismo un indicio de que existan amenazas y esto no se desprende tampoco tanto de la grabación como de la declaración de la denunciante ni de los testigos". Tampoco consideran que haya amenazas la propia Guardia Civil, donde se presenta la denuncia, los dos informes del fiscal y finalmente el propio juez de primera instancia e instrucción número tres de los juzgados de Calahorra.

Tras dar cuenta de estos hechos, Luis Martínez-Portillo ha hecho una valoración política declarando que "lo único que persigue el PSOE es judicializar la vida municipal esperando el rédito político de mantenerme acusado ante los tribunales aunque no haya motivos para ello y la denuncia no vaya a prosperar".

Cabe recordar que la conversación entre Chelo Fernández y el alcalde giró en torno a la llamada telefónica que ésta realizó a una extrabajadora de Servicios Sociales y los datos "confidenciales" que pudiera haber recabado en aquella ocasión.