Hasta las fiestas del Santo del año 2017

La peña El Salero se ocupó anoche de escenificar ese tránsito hacia la cotidianeidad. El 'Pobre de mí' sonó como despedida a unas fiestas que se han saldado sin incidencias de consideración y que han sido respetadas por la meteorología...todo lo que se puede pedir en estas fechas. Aunque en los últimos días no acompañara todo lo que se quisiera, al menos no forzó la suspensión de actos, salvo el espectáculo ecuestre. Casi contra todo pronóstico, respetó el concierto de Manu Chao, con 6.200 personas metidas en la plaza de España y, a su término, calles abarrotadas hasta el amanecer. Exitazo. También resultaron muy vistosos los fuegos artificiales -largos y con algunas novedades con respecto a lo que era habitual en las últimas ediciones-, que este año se lanzaron desde las pistas de atletismo.

Ayer, chispeó algo cuando las autoridades, vecinos, danzadores, gaiteros y Banda Municipal de Música acompañaban a los priores de la Cofradía de San Isidro, Gregorio Domingo Sáez y María Teresa Gómez, desde su domicilio hasta la catedral, donde se ofició una misa seguida de procesión, en la que, como es costumbre, participaron niños ataviados con trajes regionales, que portaban cestos con productos de la tierra.

Por la tarde, entre otros actos, el Ayuntamiento obsequió a los vecinos con rosquillas y moscatel, en un paseo del Espolón completamente abarrotado; una forma de dejar buen sabor de boca a unas fiestas que forman parte ya de los recuerdos.