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Javier Albo
Miércoles, 11 de mayo 2016, 00:57
Santo Domingo de la Calzada camina ya por sus fiestas del Santo. El cohete llegó puntualmente a su fugaz cita con los calceatenses, que desde horas antes habían presenciado ya a los carneros pasear por las calles o entrar en los bares y comercios para, ... de esta forma, evocar un antiguo privilegio real sobre la libertad de pasto. Los animales, de hecho, se tomaron muy en serio esto de la libertad puesto que se escaparon a la carrera en más de una ocasión. O «revueltos», como decía alguno de los pastores, o 'estudiados' y conocedores de sus derechos...
8.30.
Misa de la Cofradía del Santo en la ermita del Santo.
10.00
Dianas y pasacalles por la Banda Municipal de Música y los gaiteros.
De 9.30 a 11.15 y de 12.00 a 14.00.
Exposición de la mesa que la Cofradía del Santo y los priores, Montserrat y José Ramón Mendi preparan para obsequiar a las doncellas.
12.
Procesión del Pan del Santo y del Peregrino.
De 9.30 a 11.15 y de 12.00 a 14.00.
Gran parque infantil, en la plaza de España.
17.00
Salida desde la iglesia de San Francisco de la procesión cívico-religiosa de La Rueda.
18.45.
Solemnes vísperas, en la catedral.
19.15.
En la casa de la Cofradía del Santo, reparto de la cebolleta para el público en general y picado de la acelga.
21.00
En el Teatro Avenida, espectáculo 'Canciones de una vida'.
De 22.00 a 23.30 y de 01.00 a 05.00 horas.
En la calle Madrid, actuación de la orquesta Nueva Alaska.
Se intercalaban el sol y las nubes sobre la plaza de España, que mostraba mucha gente -toda la que un martes da de sí-, cuando el chisteo del artilugio al ser prendida la mecha -figuradamente, ese ¡psshhh! inicial podrían interpretarse como sus últimas palabras- precedió al sonido seco y fuerte más esperado: un ¡Pum! que abrió puertas por las que rápidamente salieron el aburrimiento y la rutina para hacer sitio a la diversión y a las emociones que hasta el próximo domingo, incluido, se alojarán en la ciudad calceatense.
Sin música de 'calentamiento' se llegó al cohete, que fue escueto y rotundo igual que el alcalde, Agustín García Metola. El primer edil volvió al centro del balcón consistorial cuatro años después de su última vez para saludar a los calceatenses y trasladarles sus mejores deseos para estos días. «Disfrutemos con alegría y respeto, y recibamos con los brazos abiertos a todos los que vienen a acompañarnos estos días», dijo antes de lanzar los vivas a la ciudad y al Santo que cientos de gargantas replicaron. Después, lo dicho: el cohete y, a renglón seguido, la alegría desbordada, que arrancó con la misma fuerza que con la que salieron de sus recipientes las bebidas gaseosas que a la chavalería gusta llevar para poner a prueba la impermeabilidad de los petos ajenos y propios.
La música arreció desde varios frentes -charangas Los Gallitos y Electromotor, gaiteros y peña El Salero- y con ella, después de los bailes de rigor alrededor de la fuente, la fiesta se extendió por toda la ciudad, que exhibía ganas por todos los rincones. De ello dieron fe no pocos vermús prorrogados en lo que muchos convierten en un esprín -sin dosificación de fuerzas- y otros en una carrera de fondo más comedida, en la consideración de que lo importante es hacer un buen papel pero, sobre todo, llegar al final. Más que largo, este camino se mide en intensidad: aquella con la que se viven las fiestas. Y la inmesa mayoría promete dejar el listón muy alto...
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