Borrar
La carbonera de 2012, antes del encendido. :: p.j.p.
Ledesma, tierra de encinas

Ledesma, tierra de encinas

Conocida a nivel nacional por la carbonera que construyen cada cuatro años, la localidad cuenta con una iglesia románica, joya fechada en el siglo XII

PABLO JOSÉ PÉREZ

Lunes, 16 de noviembre 2015, 23:12

ledesma de la cogolla. Leitasama y Letesma son nombres antiguos de este pueblo, tanto que el primero es la referencia a la ceca ibérica que supuestamente hubo en el lugar (aquí se localizó en una moneda de bronce de alrededor del año 82 a.C.). Fue un pueblo con importante actividad ganadera y forestal y de su importancia es buena muestra la iglesia parroquial, una de las más hermosas arquitecturas rurales, fechada en el siglo XII y que los actuales vecinos guardan con celo para que no se cometan los abusos restauradores de épocas pasadas.

  • Economía

  • Agricultura no hay agricultores censados, solo pequeños huertos familiares usados como ocio o complemento.

  • Ganadería tampoco hay censo de ganaderos, aunque algunos vecinos cuentan con algunas ovejas y cabras.

  • Silvicultura hay explotaciones madereras que gestionan empresas del valle del Najerilla, principalmente como leña.

  • Turismo

  • Iglesia de Santa María joya romá

  • nica del siglo XII, a la que ciertas restauraciones no le han restado belleza. Guarda en su interior una pila bautismal e imágenes de San Bartolomé y la Virgen del siglo XII.

  • Carbonera cada 3 ó 4 años se organiza la carbonera, un trabajo que se prolonga desde comienzos del invierno y se enciende en abril, para arder lentamente durante días

  • .

  • Museo etnografico ubicado en el antiguo lavadero se muestran muebles y utensilios de antaño

  • Alojamiento casa rural Casa Carboneros abierta todo el año. Tiene 5 habitaciones con baño, una adaptada.

  • Hostelería no hay, pero existe el centro social de la asociación El Encinar, abierto los fines de semana.

  • Asociaciones

  • El Encinar creada en 1993 es la encargada de poner en marcha la Carbonera, las fiestas y dinamizar la localidad.

Ledesma no es pueblo de paso. Allí hay que ir. Por ello su población guarda una gran autenticidad y como contaba el promotor de la candidatura y presidente de la asociación cultural El Encinar, Dámaso Hernáez Tobías, «es un pueblo con la mejor ubicación, con un monte muy bello, con la máxima densidad de encinas de toda La Rioja y un entorno magnífico». «Además contamos con numerosas rutas senderistas y una gran riqueza de fauna», añade. Para el presidente de la asociación, sin embargo, «lo más importante es la gente, que es magnífica y abierta y acogedora». «Quien nos visita, vuelve», remata.

Así lo puede apreciar el visitante que acuda los fines de semana. La asociación cuenta con una sede social que han ido acondicionando los propios vecinos y allí se vive y convive en cualquier época del año, especialmente en los numerosos acontecimientos que preparan para mantener viva la presencia de vecinos.

El que fuera presidente de la asociación, Ricardo Herreros, destaca entre esos acontecimientos tanto la carbonera, como la exposición-museo etnográfico y las danzas. «Aunque somos un pueblo pequeño, con apenas 18 censados, en la asociación estamos más de 300 personas que viven activamente todos los acontecimientos», afirma.

Además, como dato singular, Ledesma cuenta con cronista, Eduardo Hernáez, que lleva a cabo una exhaustiva investigación del pasado de esta localidad y lo transmite a través de una revista que tiene carácter anual, una presentación muy cuidada y contenidos importantes sobre la historia, las actividades y la vida municipal.

A través de ella queda reflejada la actividad que vive Ledesma, como la romería a Valvanera en el mes de junio, la participación de los vecinos en la fiesta del Serradero en julio; la marcha a Castroviejo, también en julio, así como las marchas a Pedroso, en agosto, y a Camprovín, en abril. Fiestas multitudinarias son también el festival de la oreja asada, que se acerca a su XX edición; el día del socio de El Encinar; las fiestas de San Bartolomé, que son las patronales, así como las de Acción de Gracias, celebradas hace un mes. O las fiestas menores de Semana Santa, en cuyo Jueves Santo se reparte el mollete de anís con higos. O la de San Isidro, que reúne a los asociados en una comida a base de habas y lechado asado. A todo ello se suman las actividades de verano, principalmente deportivas, que mantienen animada la vida de los veraneantes.

Fruto también del esfuerzo colectivo es la potenciación del grupo de danzas, debido también a la suerte de haber contado con dulzaineros en la localidad. Los hermanos Riaño, junto con el tamboril Adolfo del Valle, están detrás de la recuperación de las danzas que, en las fiestas, llenan de colorido las calles de Ledesma.

Ahora andan barajando la posibilidad de 'hacer' la carbonera al año que viene. «No es un trabajo fácil, porque nos obliga a ir los fines de semana al monte a recoger la madera, transportarla, ir preparando la estructura y organizar el día de la fiesta», pero andan animados y deseando que ese día acuda mucha gente a Ledesma.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Ledesma, tierra de encinas