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Piritas de Navajún.. :: sanda
Navajún, un pueblo que engancha

Navajún, un pueblo que engancha

La pirita de Navajún es un símbolo de La Rioja, un referente de la mineralogía en España y tiene reconocimiento a nivel internacional

SANDA SAINZ

Jueves, 22 de octubre 2015, 00:47

Navajún. En plena Sierra de Alcarama, al sur de La Rioja y limítrofe con la provincia de Soria se encuentra Navajún, el pueblo más alejado de la capital y uno de los menos poblados, con catorce vecinos. Cifra no significativa con la situación que vive desde hace años.

LO MEJOR DE NAVAJÚN

  • Recursos

  • Piritas símbolo de Navajún, que lleva el nombre de La Rioja por los principales museos de minerales de España y del extranjero.

  • Aguas están las podridas y las de hierro. Los vecinos hacían antiguamente las típicas novenas.

  • Agricultura predomina el cereal. Destacan además los productos hortofrutícolas de autoconsumo.

  • Caza los recursos cinegéticos son una característica de la localidad de Navajún.

  • Edificios religiosos

  • Parroquia de San Blas utilizada en las principales fiestas.

  • Ermita de la Virgen de Atisca junto al cementerio. Como curiosidad conserva un ataúd comunitario que antiguamente daba servicio a los menos pudientes.

  • Sus gentes

  • Asociación de amigos de Navajún y de la Virgen de Atisca su actividad ha supuesto una revitalización del pueblo. Ayudaron a restaurar la ermita de la virgen y su entorno, han relanzado las fiestas patronales en agosto y otras a lo largo del año como San Blas y han promovido la construcción del centro social inaugurado este año.

  • Pluralidad hay personas de las diferentes comunidades autónomas (salvo Canarias y Ceuta y Melilla).

  • La piedra

  • Sierra de Alcarama Navajún está en plena Sierra de Alcarama y sus casas, la mayoría de piedra, son un claro reflejo del monte y hacen al visitante retroceder en el tiempo.

Son muchas las personas que han recuperado casas y pasan aquí fines de semana en algunos casos y buena parte del año en otros.

Todas ellas, unidas en la Asociación de Amigos de Navajún y de la Virgen de Atisca, han revitalizado el municipio, ayudaron a restaurar la ermita y su entorno y son artífices del resurgir de las fiestas patronales, en agosto, y de otras a lo largo del año como San Blas.

Ese afán por mejorar el pueblo mediante la colaboración desinteresada se pudo ver, por ejemplo, el pasado puente del Pilar, cuando un grupo se afanó en podar los árboles y adecentar la zona de columpios y ocio, en mitad del casco urbano.

No faltan las reuniones, muchas veces improvisadas, para degustar un vermú o dar un paseo por los alrededores, charlar en cualquier lugar o intercambiar productos de la huerta como calabazas, lechugas, manzanas, tomates, almendras, nueces, pimientos u otras muchas exquisiteces que en estas tierras saben mejor que en ninguna otra.

Reunidos en torno a la mesa, varios navajuneros y navajuneras nos dan algunas claves de porqué este pueblo es el mejor.

Una vecina destaca la calma y tranquilidad, noches maravillosas y ausencia de contaminación acústica y lumínica. Otra, los colores, como el natural de las casas, que refleja el aspecto del monte. «En Navajún se ha mantenido la rusticidad y en las restauraciones de las viviendas, en general, se conserva lo auténtico, la piedra» explican.

La luz, especial, y los olores, qué decir. «Huele espléndidamente cuando llueve y cuando te levantas por la mañana huele a un montón de hierbas y aromas diferentes» comenta una persona. Otra añade: «El monte tiene una vegetación de romero, tomillo y espliego. Si sales traes esos olores maravillosos a casa y notas que estás aquí, en Navajún».

Hay quien resalta la pluralidad: «Estamos gente de todas las comunidades autónomas salvo Canarias y Melilla y Ceuta, con sus culturas y la armonía entre todos». Y los hay que citan el sonido del silencio y el de la berrea o la manera de hablar, muy diferente en el acento y vocabulario de localidades cercanas.

«En los últimos cinco años hemos devuelto la vida a Navajún. En diferentes actos a lo largo del año somos capaces de reunirnos más de cien personas, cuando hay catorce empadronados» citan orgullosos.

«Llama la atención que es uno de los pocos pueblos pequeños de España que está representado en los museos de minerales nacionales e internacionales a través de las piritas» asegura otro navajunero. La pirita de aquí es un símbolo de La Rioja, un referente en España y tiene reconocimiento en todo el mundo. Pero demás cuenta con otros recursos naturales como el cinegético, las aguas podridas y las de hierro.

Una pareja nos ofrece otra visión, también atrayente: «Es un pueblo viejo, hoy en día parece que todo tiene que ser nuevo, pero vienes aquí y todavía tienes lo de antes. Cualquiera que no haya pisado nunca Navajún puede entrar y sentirse que ha retrocedido en el tiempo cuarenta o cincuenta años». Todo ello no quita que haya servicios actuales como una ciberteca con internet.

Para terminar, alguien indica: «Navajún es un final de trayecto, hay que venir expresamente porque es como el final de algo, muy tranquilo y relajado, un ambiente fuera de la marabunta de la gente y las ciudades. Es una tierra que engancha».

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