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DIEGO MARÍN ABEYTUA
Miércoles, 16 de septiembre 2015, 23:25
GRAÑÓN. Grañón es el último pueblo de La Rioja en el transcurso del Camino de Santiago. Después, a unos pocos pasos, se encuentra Redecilla del Camino, la Riojilla Burgalesa. En dirección contraria se encuentra Santo Domingo de la Calzada, municipio con el que, cuenta la leyenda, Grañón mantuvo una disputa por unas tierras, un valioso encinar en una dehesa. Para evitar que los diarios altercados entre los vecinos llegaran a más, los mandatarios de las dos localidades decidieron resolver el conflicto con un combate cuerpo a cuerpo entre un representante de cada pueblo. Grañón y Santo Domingo eligieron a sus mozos más fornidos, los alimentaron bien para fortalecerlos (Martín García, el grañonero, se nutrió de caparrones) y los presentaron desnudos, embadurnados de aceite para que ninguno pudiera agarrar al otro y prevaleciera la fuerza sobre la maña. Cuenta la versión más extendida que Martín hizo palanca introduciendo un dedo por el ano del calceatense para derribarle y ganar el combate. Por eso se celebra cada 19 de agosto un homenaje en la Cruz de los Valientes que hermana a los vecinos de las dos localidades con una caparronada que cada año cocina un pueblo.
Patrimonio
Iglesia consagrada a San Juan Bautista, de los siglos XV y XVI, con una pila bautismal del siglo XII (vestigio de un antiguo monasterio) y un retablo renacentista de la escuela de Damián Forment.
Ermitas la de los Judíos (crucero plateresco) y la de la Virgen de Carrasquedo (barroca, del siglo XVII).
arquitectura medieval, con calles y casas de piedra.
Fiestas y tradiciones
Virgen de Carrasquedo 25 de marzo.
Traslado de la Virgen 1 de mayo, desde la ermita hasta la iglesia.
San Juan 25 de junio, con hogueras y verbena.
Homenaje en la Cruz de los Valientes 19 de agosto, con caparronada.
Gracias última semana de agosto, con la tradicional patatada en la Ermita de Carrasquedo.
organiza la Asociación de Amigos de Carrasquedo.
Turismo
Camino de Santiago es el último municipio de la ruta jacobea a su paso por La Rioja y cuenta con un albergue parroquial.
Belén viviente cada Navidad los grañoneros representan el belén.
Casas rurales Jacobea y Cerro Mirabel.
Albergue juvenil en Carrasquedo.
Entidades
Asociaciones Amigos de la Ermita de la Virgen de Carrasquedo, Tercera Edad Martín García y Mujeres de Grañón.
Pero eso, si sucedió realmente, es historia. El presente se llama, por ejemplo, Juan Ibáñez, graduado en Geografía e Historia y Premio de Excelencia Universitaria del Gobierno de La Rioja. «Grañón es un lugar distinguido, sobre todo, por ser el último pueblo del Camino de Santiago a su paso por La Rioja. Eso hace que nos caracterice la hospitalidad porque el albergue es uno de los pocos que quedan que sólo piden el donativo y tiene un gran ambiente de fraternidad», destaca Juan Ibáñez.
Entre los tesoros a destacar del pueblo Ibáñez señala que «en la iglesia parroquial hay un excelente retablo renacentista del siglo XVI, de la escuela de Damián Forment, quien hizo el de la catedral de Santo Domingo, así como la Ermita de Carrasquedo, que es uno de los santuarios marianos más grandes de España». La ermita, de hecho, es su lugar favorito: «Estás en medio de la naturaleza, es un lugar único».
Cristina Alonso pertenece a la Asociación de Amigos de la Ermita de Carrasquedo y considera que Grañón «tiene mucha animación, es un pueblo pequeño pero tiene una gran calidad de vida, y la gente es muy amable». Ella sugiere recorrer el Camino de Santiago a su paso por el municipio para contemplar sus características construcciones medievales y, claro, visitar la ermita porque «la gente piensa que es pequeña y, cuando la ven, se asombran de su tamaño». Lo cierto es que es más grande que muchas iglesias. Sin embargo, su rincón favorito del pueblo es «el castillo», es decir, «el cerro que hay a la entrada, a la izquierda, donde antiguamente había uno y también es un símbolo de Grañón».
Alonso destaca la tradicional patatada que se celebra anualmente en Carrasquedo en fiestas de Gracias «para agradecer la cosecha a la Virgen». «Antes era en el pueblo y ahora, en la ermita, donde el Ayuntamiento invita a comer a los vecinos y a los de fuera, porque aquí la población se multiplica en verano», explica la responsable de la activa asociación, que siempre llena los veranos del pueblo de actividades.
El alcalde, José Ignacio Castro, cree que «tenemos todo tipo de servicios, desde panadería y farmacias hasta talleres, pero, sobre todo, la gente es encantadora, colabora siempre en todo». La fallecida concejal Maribel Murillo fue quien introdujo a Castro en el consistorio, y no se arrepiente porque «la gente agradece lo que haces por el pueblo». El alcalde grañonero asegura que «estamos muy bien atendidos» y apunta la Ermita de los Judíos y el museo sacro como puntos de interés.
Casco antiguo:
Semana cultural:
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