Pío García
Viernes, 18 de julio 2014, 13:29
Ahora que llega el verano, quizá sea un buen momento para lanzarse a la carretera y descubrir algunos lugares cercanos que, sin embargo, siguen siendo bastante desconocidos. Sirva este pequeño comentario como invitación para recorrer un rincón singular de La Rioja, un rincón con personalidad ... propia: el valle de Ocón.
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Ocón es un municipio con seis cabezas. Merece la pena invertir un día en recorrerlo de punta a cabo y no es mala idea comenzarlo en el castillo árabe de La Villa de Ocón. Hay que hacer un poco de ejercicio para subir a la fortaleza (apenas queda un lienzo de muralla partido en dos), pero desde aquí se contemplan casi todos los pueblos que forman el municipio: Santa Lucía a la espalda; la Villa abajo; Pipaona medio escondido tras una colina; Los Molinos al fondo; Aldealobos encaramado... Aulagas, carrascales y pinares cubren unas montañas desabridas, erosionadas por las lluvias y por la agricultura. Las Ruedas queda un poco más lejos, a los pies del monte Valdecabrones, cerca ya de los bosques de hayedos. En el siglo XIX, el geógrafo Pascual Madoz indicaba en su Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España que todos estos núcleos se hallan situados a cortas distancias unos de otros, cuya posición es bastante agradable por estar en una campiña amena; bañada por multitud de riachuelos que fertilizan sus campos.
La serie La Rioja de cabo a rabo, patrocinada por Bankia, prosigue este domingo con un recorrido por Ledesma de la Cogolla, Pedroso y Villaverde de Rioja.
El valle se puede recorrer en coche, aunque los más animosos disfrutarán haciendo senderismo. Incluso hay habilitado un itinerario ecuestre bien señalizado para pasearse a caballo por el lugar. Lugares de interés no faltan: el molino de viento de Santa Lucía suele cautivar a los niños, con sus aspas quijotescas y su poderoso aire de torreón; la alameda de Pipaona, junto al pozo histórico, parece pensada para un pacífico descanso a la sombra; el trujal artesanal de Los Molinos sirve hoy como museo del aceite Para recobrar fuerzas, quienes no se contenten con comerse un bocadillo a la orilla de un arroyo, incluso tienen en Pipaona un restaurante especializado en lechones.
Apenas 30 kilómetros separan Logroño y Calahorra del valle de Ocón. Se llega fácilmente por la Nacional N-232 o por la comarcal LR-259, que va de Murillo a El Redal. Para abrirles el apetito, aquí van estas estupendas fotografías de Justo Rodríguez tomadas en marzo.
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