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Frans de Waal pasó más de 10.000 horas de su vida observando a chimpancés, bonobos y otros simios. Buena parte de ese tiempo transcurrió investigando a una colonia de los primeros en el zoo de Burgers, ubicado en Arnhem, en los Países Bajos, su ... país natal. Su principal descubrimiento fue que frente a lo que se pensaba hasta entonces, el liderazgo entre nuestros parientes más cercanos no dependía de la fuerza bruta, sino de la mediación en los conflictos y la gestión de las alianzas. Esto acercó todavía más a las dos especies, a las que solo separa el 1% del genoma. «De Waal hizo añicos ideas arraigadas sobre lo que significa ser un animal y un ser humano», aseguró en un comunicado la Universidad de Emory, en Atlanta (Estados Unidos) tras conocerse este fin de semana que el experto había fallecido el jueves pasado a los 75 años víctima de un cáncer de estómago metastásico.
Nacido el 29 de octubre de 1948 en la localidad de Hertogenbosch, estudió Biología en las universidades de Nimega y Groningen, y se doctoró en la de Utrecht en 1977. Solo cinco después, en 1982, publicó 'La política de los chimpancés', en la que relató su experiencia indagando en las vidas de los chimpancés del mencionado zoo holandés. Este y otros libros como 'El mono que llevamos dentro', 'La edad de la empatía' o 'El último abrazo: las emociones de los animales y lo que nos cuentan de nosotros' hizo de él uno de los primatólogos más conocidos del mundo junto a Jane Goodall. De hecho, la revista 'Time' le incluyó en 2007 entre «las cien personas que dan forma a nuestro mundo».
Gracias a su trabajo se hizo popular el peculiar comportamiento de los bonobos, conocidos como los 'chimpancés pacifistas'. Estos primates, ligeramente más pequeños que los chimpancés, son conocidos por su forma de apaciguar los conflictos a base de acicalarse unos a otros y su frecuente actividad sexual.
Una de los razones que hicieron popular a De Waal fueron sus desafiantes afirmaciones. En un ensayo titulado 'Los cerebros del reino animal', se preguntó quién es más inteligente, una persona o un simio. Su respuesta fue la siguiente. «Depende de la tarea. Pensemos en Ayumu, un joven chimpancé de la Universidad de Tokio que en un estudio de 2007 avergonzó a la memoria humana. Entrenado en una pantalla táctil, Ayumu podía recordar una serie aleatoria de nueve números, del 1 al 9, y tocarlos en el orden correcto, a pesar de que los números se habían mostrado durante solo una fracción de segundo. Intenté la tarea yo mismo y no pude seguir más de cinco números, y me dieron mucho más tiempo. Al año siguiente se enfrentó al campeón británico de memoria y emergió como el 'chimpeón'.»
Sus investigaciones también le llevaron a ganar en 2013 el IG Nobel, la parodia estadounidense de los Nobel que «primero hacen reír y luego hacen pensar». Obtuvo el galardón junto a Jennifer Pokorny por descubrir que los chimpancés pueden identificar a otros miembros de su especie al ver fotografías de sus traseros.
«He acercado un poco a los simios a los humanos, pero también he reducido un poco a los humanos. , reconoció en una ocasión el propio De Waal echando la vista atrás sobre su carrera. «La humanidad es en realidad mucho más cooperativa y empática de lo que se cree».
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