En España confiamos más en la ciencia que el resto de Europa y Estados Unidos aunque sabemos menos

En 1796, el médico rural inglés Edward Jenner tuvo una idea revolucionaria. Tras observar que las pastoras que ordeñaban las vacas con viruela bovina sufrían esta enfermedad de forma leve y que no se contagiaban de la versión humana, que mataba a unas 400.000 personas al año solo en Europa, se le ocurrió inocular el líquido de las pústulas que salían a los animales en el hijo de su jardinero. Cuando posteriormente le introdujo el patógeno de la viruela humana, el pequeño no enfermó. Así nacieron las vacunas, que desde entonces, y pese al empeño de los negacionistas, han salvado millones de vidas. La última prueba de su eficacia es muy reciente: los remedios desarrollados contra el Covid en solo un año salvaron las vidas de 1,4 millones de europeos, entre ellos 90.000 españoles.

Esta eficacia parece haber calado en nuestro país, donde la confianza en la ciencia y los científicos es mayor que en el resto de Europa y Estados Unidos, según una macroencuesta elaborada por la Fundación BBVA en 15 países europeos, los citados Estados Unidos, Israel y Turquía. Ello a pesar de que el estudio revela que de media, tenemos menos conocimientos científicos que nuestro entorno y en la primera potencia mundial. Para la mayoría de los encuestados en España -como en el resto de países, 1.500 encuestas en mayores de 18 años-, la ciencia es la institución de la sociedad mejor valorada -7,6 puntos sobre 10- por encima del estado de derecho (6,4), la economía de mercado (5,3) y la propia democracia (6,5). Comparado con la media europea, la diferencia es de 0,5 puntos -7,6 frente al 7,1- y de 0,8 respecto a Estados Unidos (6,8). Esta postura se reafirma cuando se pregunta sobre los grupos profesionales mejor valorados. Los mejor parados en nuestro país son los médicos, los científicos y los ingenieros, en todos los casos por delante del resto del continente y de Estados Unidos. En el extremo opuesto se sitúan los religiosos y los políticos.

Sobre los nivel de conocimientos científicos, los españoles respondieron a un test de 12 preguntas con menor acierto que la media europea. Obtuvieron 7,6 puntos sobre 12 frente a los 7,9 de nuestros vecinos y el 7,8 de los estadounidenses. La diferencia es especialmente notable en la parte alta -las notas entre 9 y 12-, donde solo se encuentran el 31% de los preguntados en nuestro país frente al 40% de la media continental y el 37% de norteamericanos.

Esto no impide que en nuestro país sean menos los que creen que el ser humano fue creado por Dios más o menos con su forma actual. El 13% de los cuestionados lo cree así frente a un 87% que tiene claro, como establece la ciencia, que evolucionamos a partir de especies animales anteriores. Este porcentaje es muy superior al europeo (74%), al estadounidense (68%) y, sobre todo, al de Israel (40%) y Turquía (28%), donde son clara minoría los que creen en la idea de la evolución.

En términos globales, las tecnologías que más expectativas generan son la energía solar, internet y la biotecnología porque «mejorarán nuestras vidas». En este caso, los encuestados en nuestro país muestran un optimismo más acusado que nuestros vecinos y los norteamericanos. Pero hay otros ámbitos que no generan la misma confianza, como la Inteligencia Artificial, la computación cuántica o el asentamiento del ser humano fuera de la Tierra. Y respecto a la resolución de problemas, el optimismo es generalizado entre los españoles sobre la capacidad de la ciencia y la tecnología para luchar contra el cáncer (el 81% frente al 79% de nuestro continente y el 85% de Estados Unidos) y el envejecimiento con una buena salud (78% en comparación con el 74% del Europa y solo el 62% de los norteamericanos). En el lado contrario están la lucha contra la pobreza, la desigualdad y las guerras. En ningún país se supera el 50% de los que creen que se podrán solucionar gracias a la ciencia.

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