Secciones
Servicios
Destacamos
Jocelyn Bell (Belfast, 1943) ha sido investida esta mañana doctora 'honoris causa' por la Universidad del País Vasco. Un reconocimiento que se suma a la larga lista de los que ha recibido desde que descubrió en 1967, con 34 años, uno de los fenómenos más ... raros del Universo, los púlsares. El hallazgo le valió el Nobel a su director de tesis, el radioastrónomo Antony Hewish, pero la Academia Sueca no reconoció la aportación de una entonces joven física. Bell, profesora en Oxford y una científica risueña que considera el Sol una estrella «aburrida», habla en esta entrevista de la ciencia, su vida y el Universo.
– ¿Cómo llega una niña nacida en Irlanda del Norte en 1943 a la astrofísica, una disciplina de hombres en aquella época?
– En la escuela se suponía que las chicas teníamos que aprender a coser y a cocinar. La ciencia era cosa de chicos. Pero mis padres lucharon para que pudiera estudiar ciencias, que era lo que yo quería. Yo era buena en física; en química era normal; y en biología... La biología me aburría. Ya en la escuela decidí que quería ser física de alguna clase.
– ¿Cómo acabó en la astrofísica?
– Mi padre era un gran lector. Era muy culto. Había entonces un programa de radio que se llamaba 'Brain on Britain' (El cerebro en Gran Bretaña), en el que hacían preguntas. Él era muy bueno respondiéndolas. Como leía mucho, solía traer a casa libros de la biblioteca. Un día trajo uno de astronomía. Cuando lo vi, pensé: «Esto es interesante». Así que me lo llevé a mi cuarto y lo leí. En clase de ciencias estábamos haciendo mover cosas en círculos: un objeto atado al extremo de una cuerda que haces girar y, cuando sueltas la cuerda, sale disparado. En el libro hablaban de estrellas que giraban alrededor del centro de galaxias, atraídas por la fuerza de la gravedad. Pensé: «¡Ah! ¡Podría ser astrónoma!».
– Así que no vivió una especie de revelación en una noche estrellada.
– Ja, ja, ja... No. En Irlanda llueve.
– ¿La física sigue siendo cosa de hombres?
– Sí. Incluso hoy. Ahora hay más mujeres haciendo física, pero siguen siendo una minoría.
Noticia Relacionada
– Pero eso no pasa en otras ciencias, como la biología. ¿A qué cree que se debe?
– La gente cree que la física es difícil y las niñas no pueden hacerla, mientras que la biología la ven como algo más sencillo. Creo que por eso hay más biólogas que físicas.
– ¿Cómo seduciría a una niña para que se dedicara a la física?
– Probablemente le hablaría de astrofísica, porque es la parte más apasionante de la física. Otros científicos seguro que no piensan así, ja, ja, ja... Pero tienes que ser un buen físico, que entender la física, para ser astrofísico.
– Hizo el doctorado en Cambridge. ¿Cómo era ser mujer y física allí en los años 60?
– La situación de las mujeres en Cambridge era precaria. Éramos muy pocas y teníamos que comportarnos muy, muy bien. Creo que las mujeres de la facultad temían que, si las estudiantes nos portábamos mal, los académicos mayores dijeran: «No más mujeres». Y Cambridge se cerrara a las mujeres.
– ¿Se sentía un bicho raro?
– Sabía que era mi mejor oportunidad. Si no hacía física, ¿qué otra cosa podía hacer?
– ¿Qué hubiera hecho?
– No lo sé. No había otra cosa que quisiera estudiar.
– Trabajaba en 1967 en el estudio de los cuásares, un tipo de galaxias, cuando detectó una señal pulsante muy regular de origen desconocido. Así descubrió los púlsares. ¿Qué es un púlsar?
– Un púlsar es una estrella vieja que ha consumido toda su energía y se ha encogido. Puede tener 10 kilómetros de diámetro y contiene en ese espacio todo el material de la estrella. Un púlsar es muy denso, muy pesado y muy pequeño, y gira sobre sí mismo hasta cientos de veces por segundo.
– Para un no físico es muy difícil imaginar algo así.
– Sí. En el Sol vemos que las manchas oscuras de su superficie se mueven y completan una vuelta una vez al mes. El Sol gira, pero es una estrella común, aburrida. Ja, ja, ja... Los púlsares son divertidos porque son muy extremos, muy rápidos y muy densos.
– ¿Qué supuso hacer un descubrimiento tan importante siendo tan joven?
– Fue muy emocionante. Por fin, mi tutor pensó que era una buena física. Ja, ja, ja... Pero afectó al resto de mi vida. Me comprometí entre el segundo y el tercer púlsar que descubrí, y me casé entre la entrega de mi tesis y la defensa.
– Su tutor, Antony Hewish, y usted bautizaron el primer púlsar como LGM-1, acrónimo de Pequeños Hombres Verdes-1 en inglés. ¿De verdad pensaron que podía ser un mensaje extraterrestre?
– No. Fue una broma: «Igual son hombrecillos verdes, ja, ja, ja...». Detecté cuatro señales similares. Eran demasiados hombrecillos verdes. ¿Cuatro civilizaciones mandando señales a la Tierra desde diferentes partes del Universo con una técnica similar? No, eran demasiadas. Una quizás; pero cuatro...
– ¿Cree que estamos solos en el Cosmos?
– No lo sé. Pero el Universo es tan grande que, si hay otros seres inteligentes, estarán muy lejos. Así que nunca lo sabremos.
– Aunque haya muchas civilizaciones, estamos solos en la práctica.
– Sí. No podemos contactar.
– ¿No le parece triste?
– No. Creo que hay mucha gente interesante aquí, en la Tierra. Ja, ja, ja...
– ¿Que algo no encaje en lo conocido es lo mejor que le puede pasar a un científico?
– Cuando encuentras algo que no encaja, es un reto. Tienes que estar muy, muy seguro de que es real, y no un artefacto o ruido. Por eso, encontrar el segundo púlsar fue casi mejor que encontrar el primero. Fue la confirmación de que era algo real.
– ¿Cuánto tiempo paso entre esos dos hallazgos?
– Dos o tres semanas. Y otras dos o tres más hasta el tercer y cuarto púlsar, que llegaron casi juntos.
– Antony Hewish ganó en 1974 el Nobel por el descubrimiento de los púlsares. ¿Qué sintió al no ver reconocido su trabajo?
– He aprendido que, si no ganas el Nobel, recibes muchos, muchos, muchos otros premios y reconocimientos como el doctorado 'honoris causa' de la Universidad del País Vasco. Sin embargo, el Nobel es tan importante que, si lo ganas, nadie te da ningún otro premio porque no va a estar a la altura.
– Suelen presentarla como la física a la que, por ser mujer, le robaron el Nobel.
– Un colega de mi generación etiquetó aquel premio como el No-Bell. Ja, ja, ja... Gracias a no ganar el Nobel, he recogido muchos premios.
– Tras el hallazgo de los púlsares, se casó, tuvo un hijo y se retiró un tiempo de la física. ¿Hubiera sido muy diferente su trayectoria científica de haber sido hombre?
– Si no hubiera sido mujer, no hubiera tenido un hijo y hubiera seguido haciendo ciencia.
– ¿Qué le apasiona ahora en la astronomía?
– Ahora disponemos de telescopios muy grandes gracias a los que podemos obtener imágenes con tiempos de exposición muy cortos y ver cómo cambian las cosas. En lo que se llama la astronomía del dominio del tiempo, estamos viendo destellos, eclipses, explosiones, y encontrando muchos fenómenos curiosos.
– ¿Le han sorprendido las primeras imágenes del telescopio James Webb?
– Son muy, muy bellas y contienen mucha información. Y estamos hablando de una pequeña parte del espectro electromagnético. Además, podemos usar las ondas de radio, los rayos X y gamma, la luz ultravioleta, las microondas...
– ¿Cuál es el gran reto de la astrofísica?
– ¡Hay tantos retos! Ja, ja, ja... En cuanto disponemos de un telescopio o un radiotelescopio mejor, encontramos cosas que no entendemos. Creemos que entendemos el Universo y, de repente, vemos objetos que se comportan de un modo inesperado. El Universo nos sorprende constantemente.
– ¿Por ejemplo?
– En la Antártida, se ha perforado el hielo y se han metido en él equipos que han captado neutrinos, unas partículas muy pequeñas, muy rápidas y muy difíciles de detectar. Las dos primeras veces los astrónomos se preguntaron que estaba pasando en ese momento en el espacio que podía había emitido los neutrinos. Lo que vieron es que en esos dos momentos una estrella estaba cayendo en un agujero negro. Quizás eso produce los neutrinos que se han detectado en la Antártida. Quizás.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.