La sonda india Chandrayaan-3 se prepara para alunizar en el polo sur

La Agencia India de Investigación Espacial (ISRO) lanzó la Chandrayaan-3 el 14 de julio desde el Centro espacial Satish Dhawan (SDSC), en el estado de Andhra Pradesh, montada en un cohete lanzador LVM3 M4. La nave está formada por tres componentes: un módulo propulsor, el módulo de descenso Vikram y, por último, un pequeño vehículo de exploración, el rover Pragyan. El segundo, el módulo de aterrizaje, mide unos 2 metros de alto y pesa algo más de 1.700 kilos. Una vez tome tierra con suavidad, gracias a sus cuatro motores de aceleración ajustable, desplegará una rampa por la que descenderá el rover, un vehículo pequeño montado sobre seis ruedas, que no alcanza el metro de longitud y pesa unos 25 kilos. El coste de todo ello suma unos 82 millones de euros.

Llegar a la Luna es complicado. Alunizar en su polo sur todavía lo es más, como demostró el fallo de la Chandrayaan-2 en 2019 y ha vuelto a dejar claro la recién estrellada Luna-25. La mayoría de las sondas y naves tripuladas con destino a la Luna se han posado en los llamados mares, que en realidad son grandes planicies que permiten tomar tierra con cierta seguridad. La superficie del polo sur, por el contrario, presenta un relieve muy accidentado, plagado de cráteres.

Si la sonda Chandrayaan-3 logra posarse sin problemas, que es el primer objetivo de la misión y de lograrse se convertirá en un logro nacional para India, permanecerá en funcionamiento durante unas dos semanas. Además de comprobar las capacidades del rover, se realizarán varios experimentos a partir de los materiales de la superficie que permitan conocer mejor la composición de la misma. El polo sur lunar es también interesante por las posibles reservas de agua helada que parece albergar en las zonas de sombra de sus cráteres.

La presencia de agua helada en el polo sur lunar, comprobada en 2009 a través de un instrumento de la NASA con la que iba equipada la sonda india Chandrayaan-1, hace esta zona especialmente interesante para los científicos. Años antes la Lunar Prospector de la NASA había hallado indicios de concentración de hielo de agua en los cráteres del polo sur.Si allí efectivamente existe hielo de agua en cantidades suficientes, podría ser un recurso muy valioso para futuras exploraciones tripuladas.