Secciones
Servicios
Destacamos
El impacto de la sonda DART contra la superficie del asteroide Dimorfo, una roca de 163 metros de diámetro, a 11 millones de kilómetros de la Tierra, que no era una amenaza para nuestro planeta, ha abierto una nueva era de control y seguridad en ... el espacio. Culminado con éxito en un choque producido en la madrugada del martes –1.14 hora española–, el ensayo pretendía comprobar si la humanidad es capaz de modificar la trayectoria de estos objetos en el hipotético caso de que se descubriese que uno de ellos avanza en dirección a la Tierra. Serán necesarias varias semanas aún para confirmar, con telescopios, el cambio de órbita.
La cámara DRACO que DART llevaba incorporada ha mostrado las imágenes más cercanas de un asteroide hasta la fecha, y ha confirmado que el impacto cinético se ha producido. Los investigadores esperan que el choque haya acortado la órbita de Dimorfo en aproximadamente un 1%, es decir, que dicha roca tarde 10 minutos menos en completar una vuelta completa alrededor del asteroide Dídymos (hasta ahora tardaba 11 horas y 55 minutos). «Comienza un período de observación sostenida por telescopios terrestres y espaciales para determinar si el impacto de DART ha logrado realmente lo que se pretendía hacer».
En paralelo, la ESA –la Agencia Espacial Europea– continúa con la construcción de la nave espacial HERA, que se lanzará a finales de 2024, y realizará su propio viaje hacia Dimorfo para «realizar un estudio de cerca del asteroide, posterior al impacto», afirma Ian Carnelli, gerente del proyecto.
Noticias relacionadas
Elena Martín López Sara I. Belled
Las misiones DART y HERA fueron concebidas de forma conjunta como parte del proyecto de colaboración internacional AIDA ('Evaluación de la desviación del impacto de asteroides', por su sigla en inglés). La función de HERA será «recopilar información clave del tamaño del cráter producido por DART, calcular la masa de Dimorfo y analizar su composición y estructura interna», explica Carnelli. «Estos datos adicionales ayudarán a convertir el experimento de desviación de DART en una técnica bien entendida y repetible, que algún día podría llevarse a cabo ante una amenaza real».
La construcción de HERA es un trabajo conjunto entre 17 países europeos. Por ejemplo, el módulo de carga útil está tomando forma en Alemania, mientras que Italia se encarga de la infraestructura de propulsión. Por su parte, la empresa española GMV está desarrollando el sistema automatizado de guía, navegación y control, que permitirá a la nave espacial navegar de forma segura entre Dídymos y Dimorfo.
HERA llevará incorporados, además, dos nanosatélites CubeSat, del tamaño de una caja de zapatos, apodados Juventas y Milani, que se desprenderán de la nave nodriza y realizarán observaciones de apoyo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.