Dos satélites de Elon Musk casi chocan con la estación espacial china

Starlink es un proyecto del dueño de Tesla con el que pretende proporcionar acceso a internet a alta velocidad en todo el mundo mediante enjambres de satélites.SpaceX puso los primeros 60 en órbita en mayo de 2019, en la actualidad hay 1.788 y su objetivo es contar con 42.000 a mediados de esta década.Desde sus primeros lanzamientos, los satélites de Musk han suscitado recelos en la comunidad científica, ya que afectan a la calidad de las observaciones astronómicas con su brillo.

Ahora, el magnate se enfrenta también a la oposición de China, que decidió denunciar los dos incidentes registrados por su complejo espacial ante la ONU siguiendo la directriz del 'Tratado sobre el espacio exterior' que obliga a los firmantes a «informar inmediatamente» de cualquier fenómeno «constituya un peligro para la vida o la salud de astronautas». La estación china, en construcción y llamada Tiangong (Palacio celestial), cuenta en la actualidad con tres tripulantes y gira alrededor de la Tierra en una órbita casi circular a 390 kilómetros.

El primer incidente lo provocó el Starlink-1095, lanzado en enero de 2020 y que, indica Pekín, el 19 de abril de ese año se encontraba en una órbita estable a unos 555 kilómetros. Sin embargo, entre el 16 de mayo y el 24 de junio pasados, maniobró hasta situarse a unos 382 kilómetros y, el 1 de julio, se aproximó peligrosamente al Tiangong. «Por razones de seguridad, la estación espacial china tomó la iniciativa de realizar una maniobra evasiva en la tarde de ese día para evitar una posible colisión entre las dos naves», dice el escrito. El Starlink-1095 se desintegró el 20 de septiembre al reentrar en la atmosfera terrestre, final que han tenido ya otros 48 satélites de la misma constelación.

Un incidente similar ocurrió el 21 de octubre, esta vez protagonizado por el Starlink-2305, lanzado el 24 de marzo de este año. El 15 de octubre comenzó a ascender desde los 350 kilómetros hasta los 550, donde se encuentra ahora. Según Pekín, en los días previos al encuentro cercano el satélite maniobraba continuamente y, dado lo imprevisible de su trayectoria, «para garantizar la seguridad y la vida de los astronautas en órbita, la estación espacial china volvió a realizar una maniobra evasiva día para evitar una colisión potencial».

«Hemos visto un aumento en el número de riesgos de colisión desde el inicio del despliegue de los satélites Starlink», dijo ayer a AFP Jonathan McDowell, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, quien añadió que un choque como los evitados, con satélites de unos 220 kilos, «destruiría completamente» la estación y mataría a todos sus tripulantes.