La primera misión privada a la estación espacial despega hoy con comandante español

Axiom-1, o Ax-1, es la primera misión tripulada de Axiom Space, firma de la que López-Alegría es vicepresidente. La compañía, con sede en Houston (Texas), irrumpe así en el mercado del turismo espacial, sector en el que aspira a convertirse en uno de los principales agentes. Además de vuelos como el de hoy, en el que usará un cohete y una nave de SpaceX, la firma de Elon Musk, está construyendo ya módulos que se integrarán en los próximos años en la EEI. Según sus previsiones, cuando acabe la vida útil de la plataforma internacional, los módulos de Axiom Space se separarán y se convertirán en la primera estación orbital privada.

El lanzamiento de Ax-1 está programado para hoy a partir de las 17.17 horas. Será entonces cuando despegue la plataforma 39A del Centro Espacial Kennedy –en la 39B están haciéndose las últimas pruebas del cohete de la primera misión Artemisa– la nave Crew Dragon de López-Alegría y sus compañeros en lo alto de un cohete Falcon 9. El lanzador y la nave son los mismos que los astronautas estadounidenses utilizan desde 2020 para viajar a la EEI. Diez días después, la cápsula espacial amerizará en aguas de Florida.

Nacido en Madrid en 1958 y criado en California, López Alegría ha sido piloto de la Marina de EEUU y ha volado al espacio cuatro veces. Participó entre 1995 y 2002 en tres misiones del transbordador espacial y, entre 2006 y 2007, permaneció siete meses en la EEI, adonde llegó y de donde bajo en una nave rusa. Es el segundo astronauta que acumula más experiencia en misiones extravehiculares –paseos espaciales–, 67 horas y 40 minutos, solo por detrás del ruso Anatoly Solovyev. Todas esas misiones las hizo como astronauta de la NASAy ciudadano estadounidense, a pesar de tener doble nacionalidad.

Ax-1 es la primera misión espacial con comandante español, lo que se refleja tanto en la insignia oficial como en el traje de López-Alegría. Durante los diez días que permanecerán en órbita –ocho en la EEI–, los astronauta realizarán actividades científicas, divulgativas y educativas. El programa incluye 25 experimentos en microgravedad y otra docena previos y posteriores a la misión. Connor trabajará con células madre en coordinación con la Clínica Mayo para estudiar cómo afecta la microgravedad a la salud del corazón y a las células envejecidas. Pathy hará una demostración de comunicación holográfica: se proyectará a la Tierra y hablará en la estación con el holograma de alguien que estará aquí abajo. López-Alegría les ayudará a todos, además de servir como sujeto de experimentos destinados a comprender el impacto de la microgravedad en nuestro organismo.

Los tripulantes de la misión Axiom-1 van a comer mejor que la mayoría de sus predecesores. Lejos de los primitivos tubos de comida de los pioneros , de las bandejas-horno de las misiones setenteras y hasta de las hamburguesas y pizzas más recientes, Michael López-Alegría y sus compañeros gozarán de un menú preparado por José Andrés y su equipo de ThinkFoodGroup, compuesto por paella valenciana, secreto ibérico con pisto, almendras marconas y jamón y salchichón ibéricos, que cumple las exigencias nutricionales y técnicas de la NASA.

José Andrés dice que eligió la paella para el menú porque es un plato que lleva implícita la idea de compartir. «La forma en que las familias, aún hoy, la comen es poniendo la sartén en el centro de la mesa y comiendo de la misma sartén en que se ha cocinado», indica el chef, que destaca que será la primera vez que astronautas de diferentes nacionalidades coman así una paella. «Creemos en compartir. Creemos que todos somos parte del mismo planeta».

El director del proyecto de creación del menú espacial ha sido la cocinera hawaiana Charisse Dickens, que forma parte del equipo de José Andrés y ha desarrollado los platos en colaboración con los cuatro tripulantes de la misión, cuyos paladares han dado el visto bueno a las preparaciones. Frente a quienes dicen que antes de viajar al espacio deberíamos solucionar los problemas que tenemos aquí abajo, el cocinero asturiano, amigo de López Alegría, cree que «enviar gente a las estrellas puede ayudarnos a resolver algunos de los problemas que vemos en la Tierra».