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Hace ya muchos años que la carrera espacial dejó de ser una competición entre las dos superpotencias que surgieron de la II Guerra Mundial. La extinta Unión Soviética dejó paso en 1991 a una Rusia sin el músculo de su antecesora y ha vivido en ... los últimos años de la tecnología heredada. Estados Unidos también atravesó dificultades. Cuando en 2011 se retiró el Atlantis, su último transbordador espacial, pasaron a depender de Moscú para llevar a sus astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS). Los dos grandes cambios habidos en los últimos años son la irrupción de nuevos protagonistas, casos de China, Japón e India, y, sobre todo, de la iniciativa privada. El programa Artemis, que pretende llevar de nuevo al ser humano a la Luna en 2025, depende en buena medida de que los multimillonarios Elon Musk -dueño de X/Twitter y fundador de Space X, Tesla…- y Jeff Bezos -fundador de Amazon- cumplan con su parte en la construcción de los cohetes que nos tienen que devolver al satélite terrestre y, ya en la próxima década, a Marte. Este es el calendario de lanzamientos de este año.
La actividad espacial comenzará la semana que viene. Este próximo lunes día 8 está previsto que la NASA lance la sonda Peregrine a la Luna. Se espera que el artilugio alunice el 23 de febrero. A bordo lleva material de exploración que forma parte del citado programa Artemis. Unos días después, el 20, está previsto el alunizaje de la sonda japonesa Slim, lanzada el pasado 7 de septiembre. En abril del año recién terminado, la sonda Hakuto-R, de la empresa privada ispace, se estrelló en la maniobra de aterrizaje. De lograrlo en esta ocasión, el país nipón se convertiría en el quinto en lograr aterrizar en el satélite terrestre tras Estados Unidos, Rusia, China e India.
A mediados del segundo mes del año se espera el lanzamiento de la misión lunar IM-1. Se trata de una iniciativa de la empresa Intuitive Machines, fundada en 2013 y especializada en exploración, infraestructura y servicios espaciales, y Space X. Como la mencionada Peregrine, acarreará material para estudiar el satélite.
Tras varios retrasos y un gasto de unos 5.000 millones de dólares, el gigante aeronáutico Boeing espera tener listo por fin la cápsula Starline, que debería llevar a bordo a dos astronautas a la Estación Espacial Internacional. Este artilugio está concebido como una alternativa a la Crew Dragon de Space X, que ya ha sido probada con éxito. Ambas tienen como fin terminar con la mencionada dependencia de Rusia para llevar tripulación y carga a la ISS.
China, que ya cuenta con su propia estación espacial, la Tiangong, ha anunciado que espera poner a sus taikonaturas en la Luna antes de 2030. Para seguir dando pasos en ese sentido, mandará en abril la misión 'Chang'e 6'. Su objetivo, recoger minerales de la cara oculta del satélite.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha anunciado que su prioridad este año es «recuperar el acceso autónomo al espacio». Tras la retirada del Ariane 5 el verano pasado, el continente ha pasado a depender de Space X para sus misiones pesadas -las más ligeras se llevan a cabo con el Vega-C, que tampoco está disponible en estos momentos-. Entre mediados de junio y finales de julio está programada la salida del cohete Ariane 6, más barato y versátil que su antecesor.
El duelo entre megamillonarios que mantienen Elon Musk y Jeff Bezos se ha decantado hasta ahora a favor del primero. El contragolpe del magnate de Amazon llegará con el cohete New Glenn, que debe transportar dos sondas de la NASA a Marte. El artilugio mide casi 100 metros y es reutilizable, como casi todos los cohetes de última generación.
La misión Europa Clipper de la NASA partirá hacia Júpiter para estudiar Europa, una de sus lunas heladas. En concreto, investigará si el océano subterráneo que alberga bajo su corteza puede albergar vida. Debería llegar a su destino en 2030 tras recorrer más de 2.900 millones de kilómetros. El proyecto ha supuesto una inversión de 4.500 millones de euros.
Quizás sea el momento más esperado del año. La misión Artemisa 2 supondrá el regreso del ser humano a la órbita lunar. A bordo irá Cristina Koch, la primera mujer que pisará la Luna, en teoría en 2025. Que el programa se realice en los plazos previstos está ligado directamente al desarrollo de la 'Starship', el megacohete desarrollado por Elon Musk. Tras dos pruebas de vuelo que han terminado con el artilugio explotando en pleno vuelo, están previstas para este año varias ensayos más para afinar su funcionamiento.
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