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La NASA calcula que cada día chocan con la atmósfera hasta 100 toneladas de «objetos naturales procedentes del espacio». La mayor parte de ellos se desintegran al contacto con este escudo natural de nuestro planeta, pero si son lo suficientemente grandes, pueden llegar a superarlo ... e impactar sobre la superficie. Así ocurrió hace 65 millones de años con el asteroide Chicxulub. De un tamaño que se calcula entre 10 y 12 kilómetros, se estrelló en la costa de Yucatán, en México, acabando con el 75% de los animales y las plantas, incluidos los dinosaurios.
Para evitar que esta situación se repita, los ingenieros aerosespaciales llevan tiempo diseñando estrategias para aminorar el peligro. Una es 'Hera', la primera misión de defensa europea contra asteroides que ha despegado este lunes a bordo de un cohete Falcon 9 de Space X desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida. Su destino, a once millones de kilómetros, es un sistema binario de asteroides llamado Didymos y su luna Dimorphos.
Liftoff! ESA’s Hera mission lifted off on a SpaceX Falcon 9 from Cape Canaveral Space Force Station in Florida, USA, on 7 October at 10:52 local time (16:52 CEST, 14:52 UTC). pic.twitter.com/FODxNQsteh
— European Space Agency (@esa) October 7, 2024
Cuando llegue allí en octubre de 2026, estudiará el resultado del impacto de la sonda Dart -siglas de Double Asteroid Redirection Test- de la NASA en 2022 sobre Dimorphos, una mole de roca de 150 metros de órbita cuya órbita modificó. La sonda chocó a una velocidad de 22.500 kilómetros por hora, lo que desvió en 32 minutos su trayectoria hasta entonces. «Antes del impacto, Dimorfo tardaba 11 horas y 55 minutos en orbitar su asteroide anfitrión, Dídymo, de mayor tamaño. Desde la colisión intencional, ese tiempo ha bajado a 11 horas y 23 minutos», anunció entonces la agencia espacial estadounidense. En el impacto se desprendieron más de mil toneladas de roca y polvo que generaron una estela de 10.000 kilómetros. Fue el primer objeto del Sistema Solar cuya órbita fue modificada por la actividad humana.
La misión, que ha costado 363 millones de euros y ha involucrado a 18 países, cuenta con dos pequeños satélites -cubesats- que recogerán todo tipo de datos durante seis meses. Para ella cuentan con cámaras térmicas infrarrojas, espectrómetros, un altímetro láser o un radar de baja frecuencia. Parte de ellos se han fabricado en España.
'Hera' -el nombre hace referencia a la diosa griega del matrimonio y esposa de Zeus- y su predecesora 'Dart' conforman las dos etapas de una misión más amplia conocida como Aida, siglas en inglés de Evaluación de Impacto y Desvío de Asteroide. Dimorphos es uno de los 20.000 cometas y asteroides que podrían cruzarse peligrosamente con la órbita de nuestro planeta. Si un objeto de su tamaño impactara en la Tierra, ocasionaría una catástrofe de escala regional. Ya ocurrió algo similar el 30 de junio de 1908. Entonces, un asteoride de entre 50 y 190 metros de diámetro explotó sobre la región siberiana de Tunguska y arrasó 2.200 kilómetros cuadrados de bosque. En 2029, otro asteroide, Apophis, de unos 300 metros de tamaño, rozará la Tierra a menos de 32.000 kilómetros de distancia.
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