Secciones
Servicios
Destacamos
A 100 años luz de distancia de la Tierra, seis exoplanetas comenzaron a orbitar alrededor de una estrella llamada HD110067 hace mil millones de años. Pero en este tiempo, al contrario que con otros sistemas, apenas nada ha cambiado para ellos. Un equipo internacional liderado ... por el astrónomo cordobés Rafael Luque acaba de desvelar los secretos de este misterioso sistema de exoplanetas, un hallazgo de alcance internacional que publicó ayer la prestigiosa revista científica Nature.
Los exoplanetas son los planetas que giran alrededor de estrellas que no son el Sol. En 2020, el satélite TESS, de la NASA, detectó en la estrella HD110067 pérdidas de brillo que indicaban el paso de planetas por delante de su superficie. Aquella posibilidad puso en alerta a Luque, astrónomo de la Universidad de Chicago, y sus compañeros, entre los que se encuentra otro español, Enric Palle, profesor del Instituto de Astrofísica de Canarias. Decidieron entonces utilizar los datos que enviaba la misión Cheops, de la Agencia Espacial Europea (ESA), que se dedica a captar exoplanetas en el espacio exterior. «Fuimos a pescar señales de esos planetas», recuerda Luque.
De repente, los esfuerzos dieron resultados. Si con TESS se esbozaba la existencia de dos planetas, con Cheops pudieron confirmar que había un tercero, pero sobre todo, encontraron la clave para descifrar todo el sistema: los tres planetas eran orbitales, es decir, giraban alrededor de una estrella. El siguiente paso era determinar cuánto tardaba cada uno en dar una vuelta completa a HD110067, y también lo lograron: el exterior necesitaba 20.519 días para orbitar (56 años), el segundo, 13.673 (37 años) y el más interior, 9.114 (24 años). Con esta información, que desvelaba que el periodo orbital de cada planeta es 1,5 veces el de su próximo más interior, los investigadores hallaron otros tres cuerpos.
En resonancia
Pero saber que se encontraban ante un sistema orbital en resonancia, aquel en que los cuerpos en órbita ejercen una influencia gravitacional periódica y regular entre sí, permitió a los científicos ir más allá. Porque los planetas alrededor de las estrellas tienden a formarse en resonancia, pero pueden dejar de estarlo con mucha facilidad, por un encuentro con una estrella fugaz o por el impacto de un meteorito. «Son sistemas que están a expensas de eventos caóticos», señala Luque.
Aunque muchos de los que no están en resonancia muestran características similares a los de resonancia, lo que hace pensar que pudieron estarlo en el pasado, los sistemas multiplanetarios que conservan su resonancia son un fenómeno extraño. «Creemos que apenas el 1% de todos los sistemas permanecen en resonancia», explica Luque, y de ahí la importancia de hallar el que orbita alrededor del HD110067. «Nos muestra la configuración original de un sistema planetario que ha sobrevivido intacto», afirma el investigador. Su equipo y la ESA se marcan ahora una nueva meta: como estos planetas tienen un tamaño inferior a Neptuno, son candidatos para indagar sobre la composición de sus atmósferas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.