El ingeniero Carlos García-Galán frente a una réplica de la cápsula Orión. CGG/NASA

Carlos García-Galán

Jefe de la Oficina de Integración del Módulo de Servicio Europeo de la nave Orión
«Llegar a Marte es como subir al Everest, no puedes ir sin preparación»

Este ingeniero español supervisa la parte de la nave Orión donde están los sistemas clave sin los cuales sería imposible llevar a los humanos de regreso a la luna, y más allá

Martes, 4 de abril 2023, 22:27

Volvemos a la luna. Tras conocer, este lunes, quiénes serán los cuatro astronautas que volarán al satélite en la misión Artemis II, programada para 2024, muchas son las preguntas que surgen sobre su viaje. Entre ellas, cómo será la nave espacial que les mantendrá ... con vida en el espacio profundo y les traerá de regreso a la Tierra al finalizar su viaje.

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Este vehículo se llama Orión y, actualmente, registra el récord de ser la nave, entre todas las diseñadas para llevar tripulantes y regresar, que ha llegado más lejos de la Tierra (432.210 kilómetros), tal como hizo durante la misión Artemis I. Ese primer viaje, sin tripulación, sirvió como campo de pruebas para verificar el rendimiento y la funcionalidad de los sistemas de la nave. Artemis II, programada para 2024, será su continuación.

Orión se compone de dos partes, principalmente. Por un lado, la cápsula donde va la tripulación; por otro, el Módulo de Servicio Europeo. Este último es donde están los tanques de combustible, los motores principales y los secundarios, imprescindibles para la propulsión del vehículo; el sistema de soporte vital (tanques de oxígeno, agua…), clave para mantener con vida a los astronautas; y los sistemas eléctricos, entre otros. Es decir, sin él estas misiones serían imposibles y el encargado de supervisar su desarrollo es un ingeniero español: Carlos García-Galán, jefe de la Oficina de Integración del Módulo de Servicio Europeo de la nave espacial Orión.

–Tras las misiones Apolo, ir a la luna parecía cosa hecha, ¿por qué sigue siendo todo un reto?

–Volver a la luna es simplemente el primer paso. Lo que queremos es llegar allí para establecer una presencia permanente en su superficie y aprender sobre las tecnologías que necesitamos para ir a Marte. Ese es el verdadero desafío.

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–Si el objetivo es Marte, ¿por qué no ir allí directamente?

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–Es una idea que se contempló en su momento, pero cuando empezamos a planear todo lo que se necesita para llegar allí vimos que no era lo más viable. A la Estación Espacial Internacional (ISS) se tardan unas tres horas en llegar, a la luna seis días; y a Marte unos seis meses. Mi analogía es que cuando empiezas a hacer alpinismo el primer viaje que haces no es al Everest, sino a otros destinos más cercanos donde puedas probar tus capacidades. A nivel espacial es parecido. Tenemos tecnología y conocimientos, pero necesitamos desarrollarlos mucho más antes de alcanzar el verdadero desafío de llegar a Marte, y la luna es el sitio idóneo para hacerlo.

–¿Por qué Orión es la nave más adecuada para esta misión?

–La nave está diseñada para cuatro astronautas, en lugar de los tres que iban a bordo de las misiones Apolo, y está preparada para permanecer mucho más tiempo en la luna de forma sostenible. Su sistema avanzado de soporte vital puede mantener a la tripulación sana y segura hasta 21 días de forma independiente. Si se acopla a otro sistema, como la ISS o la estación lunar Gateway, por ejemplo, puede mantenerse incluso meses, lo que nos va a permitir realizar los experimentos necesarios para ir a Marte.

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–¿Cómo es Orión por dentro?

–Hay cuatro asientos para los astronautas que irán a bordo, que se utilizarán durante el despegue y la reentrada. Una vez hecho el lanzamiento, estos se pueden retirar para permitir a la tripulación una mayor libertad en el habitáculo. Hay baño, una pequeña cocina -donde podrán rehidratar los alimentos, por lo que la comida será de una calidad muy superior a lo que fue en las misiones Apolo-, una zona para hacer ejercicio, equipos para realizar experimentos y tres pantallas de control de la nave, si bien Orión está diseñada para ser totalmente autónoma, como se comprobó durante Artemis I. Para dormir, usarán unos sacos espaciales acoplados a las paredes.

Interior de la maqueta Orion Medium Fidelity en el Centro Espacial Johnson en Houston.. NASA

–Entonces, ¿la nave no será pilotada?

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–La mayor parte del tiempo no será necesario, pero haremos una prueba de acoplamiento con el piloto y el comandante, poco después del lanzamiento, para probar los sistemas que servirán en futuras misiones para unirse al módulo de aterrizaje en la Luna. Será poco después del lanzamiento, cuando Orión esté en órbita terrestre y se separe de la última fase del cohete. Entonces, la tripulación tomará los controles de la nave y hará una simulación de aproximación a dicha fase, como si se fuesen a acoplar otra vez a ella. Su experiencia nos permitirá saber cómo se maneja Orión, que es algo que nunca se ha hecho, pues hasta ahora la nave solo ha volado en modo automático. Todo eso lo practicarán antes en simuladores en tierra, pero nunca se sabe si los simuladores son exactamente fieles a lo que ocurrirá ahí arriba.

–¿Qué cambios se han aplicado a la nave con lo aprendido de Artemis I?

–Artemis I nos enseñó que tenemos una capacidad superior en la nave de lo que pensábamos, lo que nos permitirá empujar un poco más los límites de la misión. Por ejemplo, aprendimos que los paneles solares generan un 20% más de energía de lo estimado, así que no hace falta que incluyamos tantos calentadores dentro de la nave, como teníamos previsto, para mantener el espacio a la temperatura adecuada, porque se puede utilizar más energía eléctrica. Además, vimos que las cámaras que incorporamos en el borde de los paneles solares son magníficas para tomar 'selfis' de la nave y hacer fotos impresionantes. Por su parte, aún estamos procesando los datos que recogimos del escudo térmico y quizás se haga algún cambio en la trayectoria de la misión y en el sistema eléctrico del módulo de servicio europeo, pero la decisión no está tomada todavía.

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El ingeniero Carlos García-Galán en el Centro Espacial Kennedy días antes del lanzamiento de Artemis I, en noviembre 2022. CGG/NASA

– ¿Orión también llevará a los humanos a Marte?

– Seguramente será parte del sistema que lleve a los humanos a Marte, pero con muchas mejoras, o una versión más avanzada de esta.

– ¿Cómo será el desafío de ir a Marte?

– Esta década vamos a probar los sistemas para llegar a la luna en situación operacional, ya hemos verificado el funcionamiento del cohete y la nave Orión sin tripulación y próximamente lo haremos con tripulación a bordo; después empezaremos a construir la estación lunar Gateway y la nave de alunizaje. Creo que la siguiente década nos enfocaremos en las operaciones en la superficie lunar, no solo dónde vivirá la tripulación, sino también cómo extraer materiales (como agua), por ejemplo, para hacer combustible. Y creo que será entre mediados y finales de 2030 cuando empecemos a pensar en cómo trasladar todo eso a las misiones a Marte.

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– Usted soñaba de niño con ser astronauta. ¿Se ve yendo a la Luna o a Marte?

– Cuando era pequeño y estaba en el colegio, en España, me atraía mucho el espacio. Ver los vídeos de los astronautas de Apolo caminando por la luna me inspiró a querer trabajar para la NASA y aquí comprobé que estas misiones van más allá de los astronautas. Es un trabajo inmenso en equipo en el que todas las partes son imprescindibles para lograr el éxito. Aun así, si tuviese la oportunidad de ir a la luna o a Marte como parte de una tripulación, ni me lo pensaría.

De hecho, el objetivo de estas misiones no solo es desarrollar la parte tecnológica y científica, sino también inspirar a las futuras 'generaciones Artemis', que ahora mismo están en el colegio o la universidad, para que vean que lo que estamos haciendo no es ciencia ficción, sino una realidad que está a su alcance, y no solo en Estados Unidos. La NASA está liderando el proyecto, pero hay muchísima participación internacional. Es decir, ahora es el mejor momento para ser un niño o una niña con ganas de ir al espacio, porque hay muchas más oportunidades para lograrlo.

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