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Viernes, 31 de diciembre 2021
El calendario de 2022 del Hubble incluye planetas, cúmulos estelares y galaxias fotografiados por el telescopio espacial de la NASA y la ESA durante este año. Hay imágenes con miles de estrellas, otras de parejas de galaxias en danzas mortales y de preciosos cadáveres estelares. ... Si quiere, puede bajar el archivo digital de la web de la ESA e imprimirlo.
La portada la protagoniza la nebulosa del Velo, que se encuentra en la constelación del Cisne a unos 2.100 años luz de la Tierra. Eso significa que la luz que ahora vemos ha tardado 2.100 años en llegar a nosotros. La nebulosa del Velo es la parte visible del cercano bucle de Cygnus, un remanente de supernova formado hace aproximadamente 10.000 años por la muerte de una estrella masiva. Fotografiada ya antes por el Hubble, las nuevas técnicas de procesado de imagen han permitido obtener finos detalles de los delicados hilos y filamentos de gas ionizado de la nebulosa.
Esta es la foto de un cadáver gaseoso conocido como 1E 0102.2-7219. Es el remanente de una supernova, una estrella que explotó hace más de mil años en la Pequeña Nube de Magallanes, una galaxia satélite de la Vía Láctea situada a unos 200.000 años luz. Debido a que los gases se mueven a diferentes velocidades y en distintas direcciones desde la explosión de la supernova, los que se desplazan hacia la Tierra están coloreados en azul en esta composición y los que se alejan se muestran en rojo. Esta imagen del Hubble muestra estas cintas de gas alejándose del lugar de la explosión a unos 3,2 millones de kilómetros por hora. A esa velocidad, se podría ir a la Luna y volver en 15 minutos.
La estrecha galaxia que se curva elegantemente alrededor de su compañera esférica en esta foto es un fantástico ejemplo de un fenómeno extraño y muy raro. Esta imagen muestra a GAL-CLUS-022058s, situada en la constelación de Fornax (El Horno), en el hemisferio sur. GAL-CLUS-022058s es el mayor y uno de los más completos anillos de Einstein jamás descubiertos. La forma inusual de este objeto, cuya existencia fue teorizada por Einstein en su teoría general de la relatividad, puede explicarse por un proceso llamado lente gravitacional, que hace que la luz que brilla desde lejos se doble y sea atraída por la gravedad de un objeto entre su fuente y el observador. En este caso, la luz de la galaxia del fondo ha sido distorsionada en la curva que vemos por la gravedad del cúmulo de galaxias que se encuentra frente a ella.
Arp 86 es un peculiar par de galaxias que interactúan. Se encuentran a unos 220 millones de años luz de la Tierra en la constelación de Pegaso. Arp 86 está compuesto por las galaxias NGC 7753 -la gran espiral que domina la imagen- y NGC 7752, que casi parece estar unida a la primera. La disputa gravitacional entre las dos galaxias está condenada a terminar de forma catastrófica para la pequeña NGC 7752, que acabará siendo expulsada al espacio intergaláctico o será engullida por su mucho más grande vecina.
Esta comparación de dos imágenes muestra los actos finales en la vida de una estrella monstruosa, AG Carinae. Esta estrella gigante está librando un tira y afloja entre la gravedad y la radiación para evitar su autodestrucción. Está rodeada por una cáscara de gas y polvo en expansión, una nebulosa que tiene unos 5 años luz de de anchura, más que la distancia que hay entre el Sol y la estrella más cercana, Proxima Centauri. En la primera foto, se ven detalles de las emisiones de hidrógeno y nitrógeno ionizados de la capa en expansión de la nebulosa (aquí en rojo). En la segunda, el color azul delinea la distribución del polvo que brilla en la luz reflejada de las estrellas.
Aqui vemos el cúmulo de galaxias ACO S 295, así como una multitud de galaxias de fondo y estrellas en primer plano. En esta foto hay galaxias de todas las formas y tamaños, desde espirales majestuosas hasta elípticas difusas. Además de una gran variedad de tamaños, esta colección de galaxias presenta una gran variedad de orientaciones, con galaxias espirales como la que aparece en el centro de esta imagen, que aparecen casi de frente, y galaxias espirales de canto, visibles sólo como finas franjas de luz.
El cúmulo estelar NGC 330 está a unos 180.000 años luz de distancia, dentro de la Pequeña Nube de Magallanes. Se localiza en la constelación meridional del Tucán y contiene una multitud de estrellas, muchas de las cuales se encuentran dispersas en esta impactante imagen. Como los cúmulos de estrellas se forman a partir de una nube primordial de gas y polvo, todas las estrellas que contiene cada uno de ellos tienen aproximadamente la misma edad, lo que hace que sean laboratorios naturales con los que los astrónomos aprenden cómo se forman y evolucionan las estrellas.
La magnífica galaxia espiral NGC 2276 se ve un poco torcida en esta fotografía del telescopio espacial Hubble. Normalmente en el centro de la mayoría de las galaxias espirales se encuentra un foco brillante de estrellas amarillentas más viejas. Pero el núcleo en NGC 2276 parece desplazado hacia la esquina superior izquierda. En realidad, una galaxia vecina a la derecha de NGC está forzando gravitacionalmente su disco de estrellas azules, tirando de las estrellas de ese lado de la galaxia hacia afuera, lo que distorsiona la apariencia típica de huevo frito de la galaxia. Este tira y afloja entre galaxias que pasan lo suficientemente cerca como para sentir la atracción gravitacional una de la otra no es infrecuente. Pero, como los copos de nieve, no hay dos encuentros cercanos de galaxias exactamente iguales.
El centro de esta imagen está enmarcado por arcos como consecuencia de una lente gravitacional, un fenómeno astronómico sorprendente que puede deformar, magnificar e incluso duplicar la apariencia de galaxias distantes. La lente gravitacional ocurre cuando la luz de una galaxia distante se distorsiona sutilmente por la atracción gravitacional de un objeto astronómico intermedio. En este caso, el cúmulo de galaxias MACSJ0138.0-2155, relativamente cercano, ha proyectado una galaxia inactiva significativamente más distante, conocida como MRG-M0138, que se encuentra a 10 mil millones de años.
NGC 6717 se encuentra a más de 20.000 años luz, en la constelación de Sagitario. Es un cúmulo globular, una colección esférica de estrellas unidas por la gravedad. Los cúmulos globulares contienen más estrellas en sus centros que en sus bordes, como se puede comprobar en esta imagen. El centro de la foto contiene algunos intrusos de más cerca. Las brillantes estrellas del primer plano, próximas a la Tierra, están rodeadas de picos de difracción entrecruzados formados por la luz de las estrellas que interactúa con las estructuras que soportan el espejo secundario del Hubble.
NGC4826 es una galaxia espiral situada a 17 millones de años luz, en la constelación de la Cabellera de Berenice. Se a llama también el Ojo Negro o el Ojo del Mal, por la banda oscura de polvo que atraviesa un lado de su brillante núcleo. NGC4826 es conocida por los astrónomos por su extraño movimiento interno. El gas de las regiones exteriores y el de las regiones interiores giran en sentidos opuestos, lo que podría estar relacionado con una fusión reciente de dos galaxias. Se están formando nuevas estrellas en la región donde chocan los gases que giran en sentido contrario.
Arp 91 es el nombre que recibe la pareja de galaxias formada por NGC 5953 -la de abajo que parece mirarnos- y NGC 5954, la ovoide de arriba. En realidad, ambas galaxias son espirales, pero sus formas parecen muy diferentes porque están orientadas de forma distinta con respecto a la Tierra. NGC 5954 está siendo claramente empujada hacia NGC 5953: parece que está extendiendo un brazo espiral hacia abajo. Este tipo de interacciones gravitatorias entre galaxias son habituales y constituyen una parte importante de su evolución. Las colisiones entre galaxias son inmensamente energéticas y masivas, pero se producen en escalas de tiempo que empequeñecen la vida de un ser humano: tienen lugar durante cientos de millones de años.
Como todos los años, el Hubble ha hecho en 2021 su gira por el Sistema Solar exterior. Más allá del Cinturón de Asteroides, está el reino de los gigantes gaseosos -Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno-, cuyo dominio se extiende hasta 30 veces la distancia que separa la Tierra y el Sol. A diferencia de los planetas rocosos -como la Tierra, Marte, Venus y Mercurio-, los más cercanos al Sol, estos mundos lejanos están compuestos principalmente por frías sopas gaseosas de hidrógeno, helio, amoníaco, metano y otros gases alrededor de un núcleo compacto e intensamente caliente.
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