Boeing retrasa hasta marzo el primer vuelo con astronautas de la Starliner

Proyectada para transportar hasta siete astronautas o a una tripulación más reducida compartiendo espacio con carga útil, CST-100 Starliner es una nave espacial parcialmente reutilizable diseñada por Boeing para servir de enlace con la Tierra a la Estación Espacial Internacional (EEI), un tipo de servicio que ya prestan las cápsulas Crew-Dragon de Space X, o para realizar otras misiones en órbitas bajas. Con un aspecto que recuerda al de las históricas naves Apolo, en cuyo desarrollo participó Boeing, el nuevo vehículo está formado por la cápsula de la tripulación -la parte reusable- y un módulo de servicio. También ha sido proyectado con la idea de que sea compatible con los diversos cohetes lanzadores disponibles, incluidos los Atlas V y Delta IV, e incluso el Falcon 9 de la firma rival Space X.

Boeing presentó la nave en 2010. En julio de aquel año, la empresa aseguró que la cápsula podría estar operativa para 2015. Pero desde entonces el programa ha sufrido numerosos aplazamientos e imprevistos. Las fechas de lanzamiento se sucedieron en 2016, 2017 y 2018. En 2019 se llevó a cabo un vuelo de prueba sin tripulación –o, para ser precisos, tripulado por un maniquí– que tenía por objetivo el acoplamiento con la EEI. Pero la misión se convirtió en un intento fallido, a causa de un error en los temporizadores que activaban los cohetes de maniobra de la nave, que concluyó con un aterrizaje –este sí, exitoso– en la base aérea de White Sands. El segundo vuelo no tripulado se realizó sin mayores problemas en mayo de 2022 y duró 6 días. La nave permaneció amarrada a la EEI durante cuatro jornadas y después aterrizó en White Sands, el 25 de mayo de 2022.

En cuanto a los vuelos con tripulantes, se retrasaron hasta el pasado 21 de julio. En esta ocasión, los ingenieros de Boeing detectaron varios problemas en el sistema de paracaídas y en algunos materiales que se han mostrado inflamables en algunas condiciones.

Revisado todo ello, «ahora, según los planes actuales, prevemos tener lista la nave espacial a principios de marzo», dijo Mark Nappi, vicepresidente de Boeing y director del programa Starliner. Nappi añadió que la fecha del lanzamiento se decidirá con la NASA y United Launch Alliance, que proporcionará el cohete Atlas V que servirá de lanzador a la Starliner. En principio, la nave realizará un vuelo de siete días y llevará dos astronautas a bordo, Sunita Williams y Barry E. Wilmore.

Steve Stich, director del programa Commercial Crew de la NASA, justificó los aplazamientos por motivos de seguridad y reiteró el compromiso de la agencia espacial con Boeing. «Volaremos cuando estemos preparados», dijo Stich, quien consideró importante disponer de un segundo servicio de transporte a la EEI, además del que el magnate Elon Musk proporciona con Space X desde 2020.

Esta relación de la NASA con las dos firmas en competencia se inició en 2014, poco después de la retirada de los transbordadores espaciales y cuando la agencia estadounidense dependía de las naves rusas Soyuz para abastecer a la Estación Espacial Internacional. Entonces adjudicó contratos de 4.200 millones de dólares a Boeing y de 2.600 millones a Space X.