España tendrá su propia NASA en 2023

A pesar de la polémica generada al respecto sobre el lugar donde se erigirá la sede de la AEE, la ministra de Ciencia e Innovación Diana Morant no ha hecho comentarios al respecto. Sevilla, Cebreros (Ávila), Puertollano (Ciudad Real), León, Teruel y las localidades de Tres Cantos y Robledo de Chavela, en Madrid, son los territorios que han mostrado su interés en ser sede del proyecto. Entre ellas, el ejecutivo rechazó desde el principio la propuesta madrileña, en línea con su plan de descentralizar las instituciones del Estado, algo que ha sorprendido a muchos representantes de la industria aeroespacial, al considerar la capital sería el lugar más operativo, y que molestó especialmente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Esta iniciativa se enmarca dentro del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) Aeroespacial, que movilizará 4.533 millones hasta 2025. El sector aeroespacial en nuestro país representa el 1,2% del PIB y genera más de 150.000 empleos directos e indirectos, según datos del Gobierno. Además, aporta unos 500 millones de euros anuales, aproximadamente, a programas espaciales, hasta ahora gestionados, principalmente, por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).

La creación de la AEE era el anhelo del sector aeroespacial para mejorar la posición de nuestro país en esta industria desde hace años. España es la cuarta potencia espacial de la Unión Europea y la quinta en cuanto a la aportación a la Agencia Espacial Europea (ESA), con 250 millones de euros, pero es uno de los pocos países europeos que no cuenta con una agencia espacial propia, lo que nos hace perder peso en la ESA y muchas oportunidades de participar en acuerdos espaciales internacionales.

Tal como ha explicado Morant, la AEE estará adscrita al ministerio de Ciencia e Innovación, pero contará también con la presencia del resto de los ministerios. Su función será coordinar todas las actividades espaciales a nivel nacional y la participación española en los programas internacionales, así como impulsar la investigación, el desarrollo y la innovación en el sector aeronáutico y espacial.

España se sumará así a una larga lista de 70 países que cuentan con su propia agencia espacial, como el CNES en Francia, el ASI en Italia, el DLR en Alemania o el UKSA en Reino Unido, entre otras.