Son las doce en la Luna

Es un hecho que un día en el planeta azul dura 24 horas. Es el tiempo que la Tierra tarda en dar una vuelta sobre su eje. En un principio se tomó como referencia el meridiano de Greenwich. Ahora se calcula mediante relojes atómicos emplazados en distintos lugares del planeta. Ese horario UTC es imprescindible para internet, la banca o la aviación, así como para experimentos científicos.

En la Luna «tenemos un problema», como dijo en su momento el astronauta del Apolo XIII Jack Swigert. Y es que el satélite rota mucho más despacio que la Tierra. Un giro lunar tarda el equivalente a 29 días, 12 horas y 44 minutos terrestres. El problema no es pequeño, por lo que las agencias espaciales han encargado a los científicos un método para establecer un tiempo lunar, coordinado y universal. Fundamental es también fijar desde qué punto de la superficie comienza a contar la hora.

Según explica Javier Ventura-Traveset, responsable del Moonlight Navigation de la ESA y coordinador de la agencia europea en LunaNet, se trata de definir una escala de tiempo que sea «una referencia selenocéntrica común, que no solo garantizará la interoperabilidad entre los diferentes sistemas de navegación lunar, sino que también fomentará un gran número de oportunidades de investigación y aplicaciones en el espacio cislunar».

Según la ESA, para la próxima década hay planeadas docenas de misiones. Europa estará a la vanguardia de la colonización de la Luna contribuyendo a la construcción de la estación orbital Gateway y la nave Orion, preparada para llevar y traer a los humanos hasta el satélite. La ESA también desarrolla un gran módulo logístico de alunizaje, conocido como Argonaut.

A esos proyectos se sumarán los de otras agencias. Los astronautas llegarán a la Luna desde la estación espacial orbital. Se emplazarán estaciones de monitorización en la superficie y, más delante, llegarán las estaciones lunares. Para todo ello se necesita fijar una hora concreta.

La ESA ya tiene diseñado el sistema su programa Moonlight un servicio de navegación y comunicaciones lunares. Sin embargo, este sistema necesitará una escala de tiempo común compartida para poder vincular las misiones y facilitar las correcciones de posición. Los astronautas podrían llevar relojes de pulsera, de 24 o 29 horas. Les dará lo mismo. En la Luna sale el Sol. Ningún problema para la industria relojera.