Ifema recicla sus moquetas en sillas y expositores

Dos semanas de charlas, encuentros y discursos sobre cambio climático y concienciación donde el recinto madrileño tomó nota. Con 13 pabellones y cerca de 200.000 metros cuadrados, Ifema recubre los suelos de sus ferias con moquetas sostenibles.

«Desde 2015, usamos prototipos reciclables», señala Jesús Navarro, director de Servicios Feriales de Ifema. «Estamos trabajando para que no vaya a vertedero y que este producto no tenga final», añade.

La moqueta, que da color a los pabellones de Ifema, se fabrica a 1.500 kilómetros de Madrid. «Anualmente se producen más de 120 millones de metros cuadrados de moqueta ferial», cifra Beaulieu International Group, fabricante de la moqueta que se pone en el recinto de la capital.

Una alianza que comenzó con Motortec hace más de un lustro y se completó en la pasada COP25 y que cubrió todos los pabellones de la feria. «Además, se logró cerrar el círculo, siendo reciclada de nuevo en su totalidad», apunta Navarro.

Un viaje de ida y vuelta en el que entran en juego dos nuevas firmas. «De residuo a recurso», apostilla Jesús Cebrián, Product Innovation Manager en HMY Yudigar. El primer paso se da al oeste de Bruselas (Bélgica), concretamente en la ciudad de Kruisem.

En la factoría europea, Beaulieu diseña y ensambla el suelo madrileño «que transmite un 55% menos de emisiones de CO2», detalla Dominique Follet, portavoz de Berry Ibérica. Una manufactura sostenible libre de látex y que «reduce un 85% el uso de energía, y el 100% de agua», añade.

Hasta hace diez años, aquí habría acabado la vida de la moqueta. «Nos anticipamos a legislaciones y solventamos un problema para la feria que veía que ese producto acababa en el vertedero», revela Jorge Segura, director de Ventas en el Área de Servicios de Medio Ambiente en Acteco. «Es verdad que Ifema se adelantó».

Tras ser pisada por más de 30.000 visitantes en la COP25, la moqueta belga inició su segunda vida a casi 336 kilómetros de Madrid, en Ibi (Alicante). Allí, Acteco recogió los casi 100.000 metros cuadrados de suelo que fueron testigos mudos de los entresijos de la Conferencia sobre el Cambio Climático de 2019.

«Para conseguir todo esto se ha tenido que modificar el proceso de desmontaje de las ferias», explica Segura. Para evitar que la moqueta se estropee o ensucie, los trabajadores de Acteco recogen todo el suelo antes de desmontar los stand feriales para evitar que el polvo y la madera la ensucie. «No podemos lavar la moqueta, sino luego no se podría reciclar», añade el portavoz de la compañía.

Pero a la moqueta belga todavía le queda un paso más para volver a Ifema. «Nosotros recibimos el recurso y lo materializamos en diferentes productos», comenta Jesús Cebrián, Product Innovation Manager en HMY Yudigar. «Hemos creado un ecosistema con diferentes actores que nos permite desarrollar proyectos de este tipo».

A sus fábricas llega este tapiz convertido en pequeñas partículas de plástico listas para ser transformadas en mobiliario para las ferias. «Puede ser desde sillas hasta otros accesorios», indica Cebrián. «Incluso, estamos planteando hacer los propios puestos», añade.

Así se cierra el círculo vital de la moqueta de Ifema, un viaje sostenible que no para ahí, porque «estos nuevos productos se podrían volver a reciclar nuevamente», finaliza Jesús Cebrián.

Esta información se enmarca en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 12.