Ingeniera industrial de formación y podríamos decir experta en formación energética de profesión. Natalia Latorre ha dedicado gran parte de su carrera laboral al sector de los combustibles fósiles. Hasta el año pasado era la presidenta de Shell en España, pero tras la remodelación de ... la cúpula directiva de Enagás es la encargada de pilotar el rumbo de la firma española hacia la descarbonización bajo la Dirección General de Transición Energética. En su lista de tareas un punto clave: impulsar la transición energética en la compañía impulsando la innovación donde el hidrógeno renovable tendrá un papel clave.
-Lleva apenas un año en el cargo de Directora General de Transición Energética en Enagás. ¿Qué es exactamente ese cargo?
-Este cargo respalda la visión que tiene la compañía de ir completamente alineada con lo que son las políticas de la Unión Europea. Buscamos la seguridad de suministro, pero también ese concepto de independencia energética.Tenemos un compromiso de ser climáticamente neutros en el año 2040, es decir, diez años de adelanto con lo que respecta al compromiso de la UE. Por otro lado, también, intentamos ayudar a descarbonizar el sector energético con el desarrollo del hidrógeno. La sostenibilidad es totalmente transversal a la compañía y define mucho el futuro de la misma. Somos la sala de máquinas que tiene que llevar Enagás hacia el futuro.
-Una amplia parte de su vida laboral está dedicada al sector de los combustibles fósiles, ¿cómo ha evolucionado este este mundo en los en estas últimas décadas?
-Venimos de un mundo donde los combustibles fósiles han sido la base del consumo de energía primaria. La apuesta ahora es la descarbonización de la economía e ir haciendo un descenso progresivo de la dependencia que tenemos de estos. Somos un referente internacional en el desarrollo, operación y mantenimiento de infraestructuras energéticas dedicadas al gas natural y al gas natural licuado. Tenemos un claro propósito de seguridad de suministro, pero, por otro lado, estamos ya enfocándonos a ese futuro descarbonizado. Nos tenemos que descarbonizar, pero, evidentemente, tenemos que ayudar a que todos los que se encuentran en nuestra cadena de valor que también lleven a cabo ese proceso y podamos empezar a pasar a tener menos dependencia del gas natural como combustible. La evolución nos lleva a ser es el operador de las futuras redes de hidrógeno.
-¿Realmente el hidrógeno es la alternativa?
-Cuando hablamos de energía renovable siempre tendemos a pensar en la eléctrica, pero también la hay en forma de gases como el biometano o el hidrógeno. La electrificación no puede llegar a todos los sectores de la economía. Por eso, el hidrógeno es el vector energético clave para la descarbonización del transporte pesado por carretera, por ejemplo, o para toda la industria que es muy intensiva térmicamente. Se dice que habrá un objetivo de 20 millones de toneladas de hidrógeno para el año 2030, de los cuales 10 millones de toneladas tienen que ser producidas dentro de la Unión Europea. Existe una voluntad muy clara desde la Unión para que esto ocurra. Además, se está intentando movilizar la demanda para que ese mercado del hidrógeno sea una realidad. El hidrógeno está ahí y ha venido para para quedarse.
-¿Pero cuándo será una alternativa real?
-Ya hay varios proyectos produciendo hidrógeno renovable, pero es verdad que lo que tenemos que llevar a una mayor escala. La Comisión Europea estima que entre el año 2025 y el 2030 la capacidad de fabricar electrolizadores se va a situar en el entorno de entre diez y17 gigavatios al año. En segundo lugar, existen curvas de aprendizaje y cuando llevamos toda la tecnología del hidrógeno a escala veremos cómo se van a ir reduciendo esos costes de producción. Estimamos que el hidrógeno renovable para el año 2030 podrá estar en el entorno de los 2,5 € el kilo, con lo cual ya empezará a ser un precio que lo haga competitivo. Existe una voluntad política en Europa para que el hidrógeno se desarrolle. Luego están las infraestructuras ,que son una pieza clave, y nosotros las podremos tener disponibles en el año 2030. Requieren de periodos extensos para poder tramitarlas y poder construirlas.
-Cuando habla de esas infraestructuras, ¿la red actual de gasoductos sirve para transportar hidrógeno?
-Existen grandes sinergias entre la red actual y la futura de hidrógeno, que se traducen en varias cosas como la reducción de costes y el acortamiento de los plazos de ejecución. A día de hoy, prácticamente el 100% de la red de gasoductos que hay en España está preparada para para poder transportar hidrógeno. Un 30% podrían pasar ya de transportar gas a transportar hidrógeno y en un futuro de un 60 a un 70% podrían reconvertirse, pero hay que garantizar el suministro, aún, de gas.
-¿España, entonces, está preparada para liderar esta nueva tecnología?.
-Lo está. Tenemos el recurso renovable, porque tenemos acceso a la energía eólica y tenemos potencial solar. Además, tenemos capacidad industrial y tenemos terreno para la producción de energía eléctrica renovable. Con todo esto podemos tener acceso a hidrógeno competitivo y que nos permita, en primer lugar, descarbonizar la industria española. Pero todo el excedente de producción que se genere lo podemos exportar a zonas del norte de Europa. De ahí la importancia de ese corredor H2Med que busca poder transportar hidrógeno renovable procedente de Portugal y de España a través del del hidroducto. España realmente tiene una oportunidad única de ser el primer hub de hidrógeno renovable en Europa.
-¿Que hemos aprendido de estas turbulencias energéticas de los últimos meses el último año?
-Hemos trabajado duro para asegurar la seguridad de suministro en España, pero también hemos demostrado solidaridad energética y cómo de resilientes son las infraestructuras españolas que de un día para otro pasaron de ser receptoras de GNL a exportarlo a otras terminales del norte de Europa. Además hemos visto la importancia de tener diversidad de suministros y no depender de un único suministrador. Eso para mí creo que ha sido el mayor aprendizaje europeo. También hemos aprendido en el último año y medio que esto va de colaboración y de trabajo entre el sector público y el privado, pero también internacional. Esto no va solo de dentro de España, sino que nos hemos convertido en una red realmente europea.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.