Calculan por primera vez cuánto CO2 absorbe el 'bosque marino' español

El área de estudio, demarcaciones marítimas donde han sido ubicadas y analizadas las praderas de plantas con semillas (denominadas fanerógamas), comprende algo más de 758.000 kilómetros cuadrados repartidos entre la Costa española del Atlántico Sur (2%), Islas Canarias (64%), Mar de Alborán (3%) y Mar Mediterráneo Occidental (31%). La extensión total analizada es aproximadamente dos veces la extensión de un país como Francia. Y todo sin incluir el Atlántico Norte. Esta área no se incluye, según precisan los propios estudiosos, porque la mayoría de estas plantas marinas se encuentran en las desembocaduras de los ríos y en las zonas marinas o costeras.

En estas costas, se han identificado las praderas de cinco especies: la conocida posidonia (muy abundante en el Mediterráneo Occidental), cymodocea nodosa, zostera noltii, zostera marina y halophila decipiens.

“Según nuestros resultados -versa el artículo científico publicado en la revista Ecosystem Services- las praderas de pastos marinos españoles almacenan 227.212.795 toneladas de este carbono”. En el conjunto de la Unión Europea, este tipo de ecosistemas acumula 7,5 mil millones de toneladas. En comparación con el otro bosque, el terrestre, equivaldría al trabajo depurativo que hacen 228 kilómetros de estos, si tenemos como referencia el dato de que cada kilómetro de bosque absorbe 1.000 toneladas de C02.

Así, con este nuevo estudio, la capacidad para “absorber y secuestrar” este gas contaminante de los recursos naturales españoles adquiere una nueva dimensión. Hasta ahora, se sabía que los 20 millones de hectáreas de bosque español ‘se traga’ 48 millones de toneladas de CO2. A esto habría que añadir la labor de los prados marinos.

La utilidad de este trabajo, en el que se ha aplicado un software de medición por primera vez a nivel nacional en un país europea, no es tanto poner en valor la potencia de España en lo que a ‘carbono azul’ se refiere, que también, sino ofrecer herramientas de medición e identificación que permitan tomar decisiones sobre la gestión futura de estas valiosas plantas submarinas.

La conservación de las mismas no va en buena dirección por el efecto que contra ellas tiene distintas acciones relacionadas con la actividad humana: la contaminación de las aguas, la basura marina, el incremento de la salinidad del agua, de nitratos, la extracción, las especies exóticas, las actividades recreativas…

Los autores han recalcado que la actual pérdida de biodiversidad marina está "menoscabando cada vez más la capacidad del océano para proporcionar servicios ecosistémicos fundamentales para el bienestar humano", han destacado los autores, que advierten que "la pérdida de ecosistemas costeros y marinos aumentará aún más por el cambio climático. "Irónicamente, los ecosistemas marinos desempeñan un papel fundamental en el secuestro y almacenamiento de carbono que contribuyen a la mitigación del cambio climático", han concentrado.

En su trabajo, también hace una predicción a futuro. De seguir con el modelo de gestión actual, España perderá el 24% del carbono almacenado en el año 2050. En un marco de gestión sostenible, el impacto económico de estas pérdidas equivale a 17.974 millones de euros (alrededor del 1,6% del PIB español).