Así están ayudando las empresas de la comunidad Líderes con propósito a la reconstrucción de Valencia

Las inundaciones provocadas por la DANA que arrasó la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha a finales de octubre son la mayor tragedia causada por las lluvias en los últimos 75 años en España. Una catástrofe que ha dejado, hasta ahora, 227 víctimas mortales, 13 desaparecidos, 78 municipios arrasados por el agua y el barro y 1,8 millones de personas afectadas.

En la tarea de restañar esa herida están comprometidas todas las Administraciones, las ONG que trabajan sobre el terreno, entidades de la sociedad civil y ciudadanos particulares. Y también las empresas.

Pero mientras para algunas compañías el único foco de las tareas de reconstrucción es retomar cuanto antes su actividad, para otras, las que se rigen por un propósito corporativo sólido y coherente, el objetivo es múltiple: quieren, igual que las demás, retornar a la normalidad de sus negocios, pero al mismo tiempo buscan ayudar con acciones positivas que beneficien a las personas y al conjunto de la sociedad. Así se lo demandan su propósito, sus valores y su cultura corporativa.

Porque ser una compañía con propósito, como las que están agrupadas en torno a la comunidad Líderes con Propósito (Deloitte, Iberia, Ikea, Isdin, ISS, L'Oréal Groupe, Mahou San Miguel, Mapfre, Moeve —antes, Cepsa—, McDonald's, Novartis, Salesforce, Santander, Telefónica y Tendam) implica mirar a largo plazo y no centrarse tanto en los resultados a corto; significa escuchar a las personas, atender y entender las demandas sociales, preocuparse por el planeta, buscar soluciones y dejar un legado positivo en las personas, la sociedad y el medioambiente. Y no solo en época de bonanza; también cuando las crisis llaman a la puerta. Como ahora.

Así son las compañías de la comunidad Líderes con Propósito, un movimiento liderado por Vocento que agrupa a empresas conscientes de que liderar con propósito es positivo para ellas y para el conjunto social. Corporaciones que aspiran a dejar un mundo más justo, responsable, equitativo y sostenible. Todas ellas, atendiendo cada una a su propósito y al core de su negocio, han puesto todo de su parte para paliar el drama provocado por la DANA: han movilizado equipos, aportado dinero y gestionado recursos propios y de sus comunidades para proporcionar ayuda de primera necesidad a las entidades que, como Cruz Roja, llevan desde el primer minuto en la zona ayudando a las víctimas.

Estas son sus historias:

El principal activo de Deloitte es su talento. Ese es su motor y su principal fortaleza. Con eso y su robusto propósito, generar un impacto positivo en sus clientes, en la sociedad y los 11.000 empleados que trabajan en la firma, Deloitte ha movilizado todos los recursos disponibles para restañar las heridas provocadas por la DANA en el Levante español. Para Deloitte, como le marca su propósito, su primera prioridad fue conocer cómo había impactado sus profesionales. Y una vez analizada la situación, destinaron a toda velocidad ayudas económicas para cubrir pérdidas en viviendas y vehículos, les facilitaron alternativas de transporte y alojamiento y pusieron a su disposición asesoramiento experto para gestionar la recuperación de sus bienes. Y en paralelo, para atender a la sociedad en su conjunto, pusieron toda la fortaleza de la compañía a disposición de las principales ONG con experiencia ante emergencias y desastres naturales. En primer lugar, realizando donaciones económicas y contribuyendo con material esencial como portátiles, móviles, mascarillas y gel hidroalcohólico para que esas organizaciones pudieran cubrir las necesidades más inmediatas de los afectados. Y además, poniendo a su disposición a todo el equipo de voluntarios de Deloitte en Valencia, que ha desempeñado un papel clave en la limpieza de zonas afectadas y la gestión logística del material del Banco de Alimentos.

La tarde del 30 de octubre, cuando lo peor de la DANA descargaba con furia sobre la comarca valenciana de l'Horta Sud, la tienda de IKEA de la localidad de Alfafar se convirtió en un salvavidas para más de 700 personas. Allí pasaron la noche sus empleados y decenas afectados por el temporal, a los que la Guardia Civil puso a salvo entre armarios Brimnes y estanterías Billy. Y una vez en este refugio improvisado, recibieron agua, comida y ropa seca; y encontraron luz gracias a su generador propio y un techo seguro bajo el que cobijarse. Pero la ayuda del gigante sueco de la decoración no cesó a la mañana siguiente, cuando las nubes ya se habían vaciado por completo; aún sigue, y seguirá hasta que todos los valencianos puedan reconstruir sus hogares. Así se lo exige su propósito: crear un mejor día a día para la mayoría de las personas. Y esa ayuda tiene muchas derivadas. En primer lugar, las que afectan a los empleados salpicados por la DANA. Para ellos, IKEA ha creado iniciativas de apoyo valoradas en un millón de euros. Gracias a ese soporte financiero, la compañía garantiza que todos sus colaboradores perciban su salario completo y que quienes lo soliciten puedan recibir adelantos para cubrir necesidades esenciales; se ha intensificado su servicio interno de trabajo social, Lykta, que valora necesidades caso a caso y asigna ayudas de hasta 6.000 euros por familia; y se ha incrementado el soporte psicológico que ofrece la compañía con la participación de expertos en crisis y eventos traumáticos. Eso se suma a las donaciones directas, cifradas en más de 2.000 artículos de descanso (colchones, ropa de cama…) y alimentos a personas y familias de IKEA afectadas por la DANA, al Ayuntamiento de Alfafar y a la organización World Central Kitchen. Además, IKEA ha cedido a Cruz Roja espacios de publicidad exterior valorados en un millón de euros para recaudar fondos para los afectados por la DANA. Esos espacios publicitarios se iban a utilizar para comunicar la nueva campaña de IKEA y ya estaban contratados con anterioridad, pero la solidaridad con el pueblo valenciano, que está viviendo un momento especialmente complicado, ha llevado a la compañía a cedérselos a esta ONG para que pueda seguir con sus tareas de reconstrucción.

Juan Naya, el CEO del laboratorio dermatológico ISDIN, se rige por un mantra que reitera a la menor oportunidad: «El sentido de la existencia de ISDIN es llevar salud y felicidad a las personas». Es una consigna que no solo aplica cuando el viento sopla a favor; también lo hace cuando la necesidad aprieta o hay una situación de emergencia que obliga a destinar medios y recursos para ayudar. Ese pensamiento, derivado de su propósito, es el que movilizó a la compañía durante la pandemia y el que ha llevado a ISDIN a tomar un buen número de iniciativas para apoyar a los afectados por la DANA que ha arrasado Levante. En los primeros momentos, ISDIN realizó una donación inicial de 25.000 euros y aportó 50.000 productos de higiene personal a Cruz Roja para cubrir las primeras necesidades. En paralelo, la compañía barcelonesa ha lanzado la campaña solidaria Juntos multiplicamos, en la que solicitaba donaciones económicas a su comunidad de seguidores. Hasta el momento, la recaudación de esa iniciativa ha sido de 27.500 euros, que la compañía ha duplicado hasta llegar a los 55.000, que también han sido entregados directamente a Cruz Roja, que los ha utilizado para desplegar una Unidad de Respuesta Básica ante Emergencias (ERIE) en la zona para realizar tareas de acogida, apoyo a familiares, y entrega de alimentos, medicamentos, kits de higiene, vestuario y abrigo. Y su ayuda no se ha quedado ahí: a todas las personas que trabajan en la red comercial de Valencia, ISDIN las ha liberado de ir a trabajar para que puedan ayudar en las tareas de limpieza y reconstrucción de la zona, y a las farmacias afectadas por las riadas, que son el canal de distribución básico de los productos de ISDIN, les ha permitido posponer sus pagos para que puedan utilizar ese dinero para poner en marcha nuevamente sus negocios.

ISS tiene un propósito corporativo firme: «Conectar personas y lugares para contribuir a un mundo mejor». Para conseguirlo, en España cuenta con 35.000 empleados que trabajan ofreciendo servicios de limpieza, mantenimiento o servicios auxiliares en hospitales, empresas o colegios. Y en cada uno de esos escenarios y en cada empresa donde trabajan, tratan a los clientes de esas compañías como si fueran los suyos. Porque para ISS, las personas siempre están en el centro. Por eso, tal como le demanda su propósito, ISS ha activado todos los recursos de la compañía en la zona afectada por la DANA para ayudar en las labores de mantenimiento y limpieza, y apoyar de esa manera la rápida recuperación de sus clientes y de estas comunidades. En primer lugar, realizando lo que demanda el 'core' de su negocio: trabajar en las tareas de limpieza de industrias, centros comerciales, servicios de telecomunicaciones o entidades bancarias para que estos negocios pudieran retomar sus operaciones lo antes posible y ofrecer servicio a la población en un momento tan complejo. Y por otro lado, ayudando en la instalación de equipos de emergencia en centros de salud, en el despliegue de unidades móviles en áreas donde las infraestructuras resultaron gravemente dañadas y apoyando en la recuperación de servicios críticos y conexiones, vitales para la comunidad. Pero más allá de lo que marcan las exigencias de su negocio, y reafirmando su compromiso con quienes más lo necesitan, desde ISS España y desde su fundación, Una Sonrisa Más, se han previsto donaciones económicas destinadas a brindar apoyo a las poblaciones perjudicadas, especialmente en la Comunidad Valenciana a través de Cruz Roja Valencia y Cáritas Valencia, para contribuir en las labores de rescate, apoyo a familias afectadas, recuperación de viviendas y distribución de alimentos y otros recursos esenciales. También ha habilitado una cuenta corriente para recibir donaciones que serán entregadas a Cruz Roja Valencia a finales de diciembre. Y en paralelo ha habilitado un fondo económico para atender necesidades materiales de los empleados que hayan sufrido daños o pérdidas como consecuencia de la DANA.

Durante la Semana del Clima de 2023, celebrada en septiembre en Nueva York, el grupo L'Oréal anunció la creación de un fondo económico dotado con 15 millones de euros. Se llama Fondo de Emergencia Climática y su destino es ayudar a las comunidades que se enfrentan a un mayor riesgo de desastres climáticos. La creación de esa hucha para contingencias climáticas se enmarca en el compromiso que tiene el Grupo L'Oréal para hacer frente a los crecientes retos humanitarios y medioambientales, como parte de su programa de sostenibilidad L'Oréal for the Future, lanzado en 2020 y en que la compañía cosmética ya ha invertido más de 200 millones de euros. El Fondo de Emergencia Climática se creó, precisamente, para atender catástrofes como la que ha arrasado Levante. Y la respuesta de L'Oréal Groupe para ayudar en la reconstrucción de las vidas y las infraestructuras arrasadas ha sido inmediata: ha activado su Fondo de Emergencia Climática para proporcionar, a través de Cruz Roja Española y la Fundación Altius, ayuda financiera necesaria para contribuir a regenerar las zonas anegadas y prestar ayuda personal a los afectados; ha proporcionado productos esenciales de higiene personal a los afectados, una de las principales demandas de las ONG que están trabajando en la zona; y se ha comprometido a apoyar con ayudas especiales farmacias y peluquerías, sus principales canales de distribución.

¿Cómo puede una compañía de bebidas y servicios como Mahou San Miguel, que está ligada al lado más hedonista de la vida, contribuir a mitigar el impacto en las zonas más afectadas por la DANA y ayudar a su recuperación ? La respuesta es sencilla, y es la misma que les llevó a ayudar al sector hostelero a levantarse tras la pandemia de 2020: poniendo a disposición de los afectados todos los recursos económicos y humanos disponibles, como le exige su propósito: crear momentos de unión y conexión para mejorar la vida de las personas y del planeta. Desde el primer momento, Mahou San Miguel ha priorizado el bienestar y la seguridad de sus profesionales, poniendo a su disposición con carácter de urgencia un servicio integral de apoyo para ellos y sus familias que les daba acceso a ayuda psicológica, atención sanitaria, asesoría, suministro de materiales de protección para tareas de limpieza y otras medidas como la gestión de vehículos de sustitución. Pero no han sido los únicos a los que esta compañía cien por cien española he echado un cable ante esta catástrofe; también ha estado muy cerca de sus clientes, distribuidores y colaboradores, con los que ha contactado uno por uno para analizar su situación, facilitándoles acceso a servicios de asesoramiento y consultas relacionadas con daños sufridos en el ámbito personal, familiar o económico; y, sobre todo, valorando punto de venta por punto de venta de las zonas afectadas sus necesidades, no solo en el corto, sino también en el medio y largo plazo, para apoyarles de la mejor forma posible. Y también ha puesto sus recursos al servicio de las autoridades y organizaciones que trabajan sobre el terreno: hasta el momento ha donado 140.000 litros de agua mineral para atender las necesidades más urgentes de la población, y a través de su Fundación, y gracias a la solidaridad de sus profesionales, lleva recaudados 40.000 euros en campaña que continúa activa y que será doblada por la Fundación Mahou San Miguel para donarla a Cruz Roja. Y esta ayuda también se están sumando sus marcas, pues la recaudación del Vibra Mahou Fest, celebrado en Madrid el sábado 9 de noviembre, y que ascendió a 99.502 euros, va a destinarse de forma íntegra a los proyectos que Mensajeros de la Paz y Cruz Roja están desarrollando en la zona.

La lógica indica que una compañía aseguradora, cuando se produce una catástrofe como la que ha barrido decenas de localidades en la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha, tiene que ser la primera en activar todos los mecanismos de respuesta para atender a sus clientes. Así lo demanda el core de su negocio. Pero en el caso de Mapfre, también se lo exige su propósito corporativo, cuidamos lo que te importa. Desde el primer momento, la compañía se ha volcado en prestar ayuda a los afectados: hasta el momento ha gestionado la comunicación de cerca de 50.000 siniestros de sus clientes afectados por la DANA; ha gestionado miles trámites relacionados con esta emergencia, como comunicaciones al Consorcio de Compensación de seguros, duplicados de documentos oficiales, y ayuda para la prescripción de medicamentos a las personas con dificultades de traslado para atención médica; ha puesto a disposición de sus clientes damnificados facilidades y flexibilidad para el pago de recibos, así como descuentos especiales en la contratación de nuevas pólizas de automóviles para los casos de pérdida total del vehículo; ha puesto una atención especial en sus clientes senior, con asesoramiento personalizado, acompañamiento, apoyo psicoemocional o farmacia a domicilio; y ha aprobado también un paquete de ayudas para sus proveedores más afectados para apoyarles para recuperar su capacidad operativa. Pero más allá de las medidas para ayudar a sus asegurados, el propósito de Mapfre es ayudar a la sociedad en su conjunto. Y para paliar las trágicas consecuencias de las riadas, Fundación Mapfre va a destinar más de un millón de euros para atender a los afectados por la DANA en España, una cantidad de dinero que procede de las aportaciones de empleados y colaboradores de MAPFRE, de entidades como Michelin y de la sociedad en general (120.000 €), que se suma a los 900.000 euros procedentes de un fondo la entidad ha aprobado para paliar las consecuencias de esta situación de emergencia. El total de la cantidad recaudada se está distribuyendo entre diversas entidades sociales, como Cáritas Valencia, World Vision, Fundación Altius, Fundación Secretariado Gitano, Casa Caridad y Fundación Mensajeros de la Paz, que trabajan sobre el terreno y que desde el primer momento han repartido bienes de primera necesidad para las personas más perjudicadas y con mayor grado de necesidad.

A Moeve, la antigua Cepsa, las terribles consecuencias de la DANA le han encontrado en plena transformación de su marca y del enfoque de su negocio hacia la energía y la movilidad sostenibles. Pero eso no ha mermado un ápice su apoyo a las medidas destinadas a restañar las heridas causadas por el agua. La compañía, a través de Fundación Moeve, ha donado de forma directa 700.000 euros a distintas entidades (Cruz Roja Española, Cáritas Valencia, Banco de Alimentos de Valencia y Acción contra el Hambre) que se van a dedicar de forma íntegra a apoyar a los afectados. En paralelo, la energética está manteniendo contactos con asociaciones y ONG que trabajan sobre el terreno para comprender sus necesidades y donarles recursos esenciales como combustible o material informático, entre otros, e impulsar la participación de profesionales de Moeve como voluntarios para ayudar en las zonas afectadas. Y además de las medidas enfocadas a apoyar a sus empleados afectados por la DANA (orientación psicológica, legal, fiscal y administrativa; ayuda para la gestión de las ayudas disponibles; medidas de conciliación y promoción del teletrabajo; o financiación temporal de vehículos de sustitución para aquellos trabajadores que hayan perdido el suyo mientras gestionan sus indemnizaciones), Moeve ha decidido que el importe que iba a destinar este año a sus encuentros navideños va a ser donado por completo para seguir ayudando a quienes más lo necesitan.

La marca de restauración ha vehiculado su ayuda a los afectados por la DANA a través de la ONG Mensajeros de la paz, del Padre Ángel. Bajo la iniciativa 'Sumemos fuerzas', ambas organizaciones han puesto en marcha una campaña de recaudación de fondos y de apoyo directo para asistir a los damnificados. Desde el sábado 2 de noviembre, apenas 48 horas después de la riada, y hasta el sábado 16 de noviembre, los clientes de McDonald's en España han podido realizar donaciones directamente en los quioscos electrónicos de los más de 600 restaurantes que la compañía tiene abiertos en nuestro país. Por cada euro donado por los clientes, McDonald's se ha comprometido a aportar un euro adicional, duplicando el impacto de cada contribución. Toda la recaudación va a ir destinada a Mensajeros de la Paz, que ya se está encargando de hacer llegar el apoyo a las zonas más afectadas. «Nuestro centro en Valencia –como señala el Padre Ángel, fundador de la ONG– ya está recibiendo las donaciones y hemos lanzado un convoy de ayuda para entregar alimentos y productos esenciales a las comunidades afectadas».

Fiel a su propósito, contribuir al progreso de las empresas y las familias, la entidad bancaria ha sido una de las compañías que más ha colaborado para paliar los efectos negativos de la DANA. De forma directa, Santander ha donado dos millones de euros a los afectados. Pero el mayor motivo de orgullo para la entidad es que desde la app del banco, gracias a la solidaridad ciudadana y la de sus clientes y empleados, Santander ha recaudado ya más de 22 millones de euros a través de los números de cuenta facilitados. Ese dinero está sirviendo para apoyar a las ONG, especialmente Cruz Roja, Cáritas, Save the Children y Acción contra el Hambre, que están actuando sobre el terreno, prestando apoyo a las personas damnificadas y a los servicios de emergencia y a los voluntarios que trabajan para ayudarlas. Pero el paquete de ayudas de Santander va más allá de la simple aportación económica. Entre otras medidas, el banco está colaborando con las administraciones para coordinar un paquete de ayuda financiera y líneas de crédito en condiciones preferentes que ayuden a los empresarios y autónomos afectados a reconstruir sus negocios. También está ayudando a sus clientes asegurados para agilizar los trámites de las indemnizaciones del Consorcio de Compensación de Seguros y Agroseguros. Como medida excepcional, la entidad ha eliminado las comisiones de los cajeros para los no clientes en la provincia de Valencia y no cobrará a los usuarios de tarjetas Santander por sacar dinero en otras entidades. Y para apoyar a los comercios afectados, va a eximirlos del pago de los costes fijos de los TPV durante dos meses para que recuperen su actividad lo antes posible.

Tendam tiene un compromiso profundo y constante con la sociedad, «contribuir de forma positiva en las regiones donde opera», como indica su CEO Jaume Miquel. Eso, en épocas de calma, se traduce en una extensa red de establecimientos distribuidos por toda España que propicia una sociedad integrada y cohesionada, y un impacto económico y social positivo en las comunidades donde se asienta. Y en épocas de crisis la lleva a movilizarse con acciones concretas. Todo eso emana de su propósito, «sumamos para multiplicar haciendo moda que importa». Por eso, en cuanto vieron la magnitud de la catástrofe provocada por la DANA, desde la docena de marcas que forman este conglomerado empezaron a movilizarse para ver cómo podían ayudar, igual que hicieron ante emergencias como la crisis sanitaria del coronavirus o la del volcán de La Palma. En esta ocasión, Tendam no solo ha aportado donaciones y recursos materiales; también ha prestado especial cuidado a sus colaboradores y sus familias en las áreas afectadas, principalmente en la provincia de Valencia. Entre estas iniciativas se incluyen microcréditos a interés cero para ayudarles a afrontar las consecuencias y una evaluación individualizada de cada caso para proporcionar el apoyo necesario. Y a nivel general, para colaborar con las diferentes entidades y administraciones que están trabajando en la zona, la compañía ha preparado y puesto a su disposición 160 cajas con prendas de vestir para apoyar a las personas afectadas, que estarán disponibles en cuanto estas entidades y administraciones lo consideren necesario, ya que actualmente se están cubriendo otras necesidades prioritarias en las zonas afectadas.

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