Riego por goteo en un viñedo de Murillo. D. U.
Viticultura

¿Y si el termómetro sube dos grados?

El calentamiento global haría inviables el 90 % de las regiones vinícolas de tierras bajas de España, Italia y sur de California

La Rioja

Martes, 2 de julio 2024, 11:16

Si el calentamiento global persiste y normaliza un incremento de dos grados centígrados de la temperatura global, el 90% de las regiones vinícolas costeras y las de las tierras más bajas de España, Italia, Grecia y el sur de California serían inviables a causa ... de las sequías y olas de calor recurrentes.

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La afirmación corresponde a un estudio científico publicado en Reviews Earth & Environment, que recoge la Plataforma Tierra, que señala la primera consecuencia, ya evidente, de ese aumento de las temperaturas: la maduración de la uva ha sido desplazada.

Rioja no es ajena a semejantes evidencias. «En la mayoría de las regiones vitivinícolas, la vendimia se ha adelantado entre dos y tres semanas en los últimos años, y está cambiando el rendimiento de la uva, su composición en la vendimia y la calidad final del vino», sentencia el trabajo de investigadores de universidades francesas e italianas. Sus conclusiones ponen de manifiesto un riesgo sustancial de no adaptación a los impactos del cambio climático de entre el 49% y el 70% en las regiones vitivinícolas existentes, que varía en función del grado de calentamiento que llegue a alcanzar el planeta (ahora roza un aumento de 1,5 grados de media respecto a la era preindustrial).

El impacto será mayor en las regiones que ya tienen un clima cálido y seco, como es el caso del 90 % de las regiones costeras y de tierras bajas de España, Italia, Grecia o del sur de California. Y más grave aún en regiones de clima árido y seco, cuyas características corresponden también a España, además de Italia, Grecia y California sur.

En el otro extremo, el aumento de la temperatura media provocaría beneficios a entre el 11% y el 25 % de las regiones vinícolas actuales, que experimentarían aumentos de producción. Tal es el caso del norte de Francia o la costa oeste de EE UU (Washington).

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Al mismo tiempo, podrían surgir nuevas zonas aptas para el cultivo de la vid en latitudes más elevadas, como el sur del Reino Unido, aunque la investigación incide en que el grado de estos cambios en la idoneidad dependerá del nivel de aumento de la temperatura.

El trabajo advierte de que la subida del termómetro global traerá consigo nuevas plagas y enfermedades para la vid, además de fenómenos meteorológicos extremos como olas de calor, lluvias torrenciales y granizo. Ante ello, sugiere estrategias de adaptación que van desde el manejo del viñedo hasta el empleo de determinadas especies de levadura durante la fermentación del mosto, que pueden ayudar a paliar los bajos niveles de acidez y a reducir en cierta medida el grado alcohólico cada vez más elevado de los vinos. «Los productores pueden adaptarse a un cierto nivel de calentamiento cambiando el material vegetal por otras variedades e injertos más resistentes a las sequías, recurriendo a riego suplementario, cuando exista agua dulce que lo permita o usando técnicas de cultivo que retrasen la maduración», apunta.

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Pero los investigadores avisan de que estas medidas no servirán para que la vid siga siendo económicamente viable en todas las zonas donde lo es ahora, y destacan que la mejor manera de que esto no ocurra es mitigar el cambio climático y evitar un aumento de la temperatura global superior al actual.

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