

Secciones
Servicios
Destacamos
Luis Miguel Vidorreta Ruiz es uno de los pocos pastores de ovejas que quedan en el municipio de Cervera del Río Alhama, un lugar en ... el que antes abundaban los ganados de ovino, pero donde desde hace años el declive resulta evidente con menos personas dedicadas a este sector y una reducción del número de cabezas ante la falta de relevo generacional.
– ¿Cómo está actualmente la situación del ganado ovino?
– Regular. Trabajo no falta, pero el problema es que esta vida es muy esclava. Tienes que estar pendiente de los animales los 365 días del año. El sacrificio que requiere un oficio como este hace que nadie quiera apostar por él.
– ¿Pertenece a alguna asociación?
– Soy socio de UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) de La Rioja.
– ¿Cuál es la situación de la cabaña en Cervera?
– Está bajando mucho. Tengo 49 años y, aparte de mí, hemos quedado en Cervera y sus barrios tres más de ovino y uno de caprino. Entre todos tendremos unas 5.000 cabezas de ganado y antes pudo haber hasta 15.000. Ahora los rebaños son más grandes, porque tienes que llevar cada vez más animales para sacar el rendimiento de antes con menos.
– ¿Tanto ha cambiado el rendimiento en el sector?
– Antes igual con 200 ovejas un pastor sacaba adelante a su familia, vivía y daba estudios a sus hijos. Incluso puede que no trabajase la mujer. En mi caso estoy soltero, pero hoy, se necesitan entre 700 y 800 cabezas y contar con el sueldo de la pareja para poder vivir medianamente bien y proporcionar carrera a los hijos.
– ¿Dónde tiene su ganado?
– En el barranco de Valdelalosa, en Cervera. De ahí salgo por la zona, moviéndome bastante porque estos montes son malos, muy pobres. Siembro muchas hectáreas de cebada, triticales, guisantes y, en el regadío, también 'ray-grass' para poder alimentar a mis ovejas.
– ¿Cuántas ovejas tiene?
– No llegan a 800.
– ¿De qué tipo se crían en esta zona del Alhama-Linares?
– La raza de las mías es Aragonesa, las otras tres son Roya Bilbilitana (dos de Rincón de Olivedo y otro de Cabretón) y las del pastor de caprino (de Ventas del Baño, pero que las tiene en Cabretón) son malagueñas.
– Aquí no hay excusa para parar ni en verano ni en invierno ¿no?
– Así es y todos los días, en todas las estaciones, por eso la gente no quiere este esfuerzo.
– ¿Qué me dice del esquileo?
– Lo hemos hecho a finales de mayo y principios de junio, para que estén todo el verano limpias. De la lana ya no obtenemos nada de dinero y esquilar cuesta 1,40 euros cada animal. Quieren clasificar la lana como un subproducto, como un residuo y encima a lo mejor tenemos que pagar para que la retiren. Esta vez se la ha llevado el que ha hecho el esquileo y, por lo menos, no me ha costado nada la recogida. Pero esto tiende a que tengamos que pagar a una empresa especializada para que la gestione.
– ¿El bache del covid ha quedado definitivamente superado?
– Sí, eso fue malo, pero se superó. Ahora la carne se vende bien. Llevamos dos o tres años en los que se saca dinero por los corderos y no me quejo de las ayudas, pero el sacrificio diario que conlleva poder mantener un ganado, a costa muchas veces de la salud, sin nadie que te pueda echar una mano y con el aumento de costes y cada vez más trabas, hace que el futuro del sector esté muy complicado. No veo relevo, ni creo que se pueda mantener la cabaña ganadera, la verdad. Si te pones malo, como me ha ocurrido estos días, no puedes dejar el ganado en el corral.
– ¿Qué le pasa?
–Tengo fiebre y la garganta que no puedo ni hablar. Arrastro un catarro tremendo, pero aquí estoy, a pleno sol, y al pie del cañón, sacando a las ovejas a pastar y aprovechando la sombra de algún árbol para cobijarme y descansar mientras el ganado come. Es lo que hay.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.