La remolacha lucha por su supervivencia

Los productores riojanos de remolacha se encuentran en pleno proceso de recogida. La cosecha, en estos momentos, se encuentra en torno al 50%. La planta de Azucarera en Miranda de Ebro es la que recibe la producción riojana y hasta allí han llegado ya en torno a 100.000 toneladas de las 210.000 que esperan esta campaña.

La planta burgalesa acoge el fruto de las 656 hectáreas que se han dedicado este año 2020 en La Rioja al cultivo de remolacha y que supone un descenso de casi un tercio respecto a la de un año antes, cuando se dedicaron 929.

Salomé Santos, directora del área agrícola de Azucarera, explica los motivos de este descenso: «Se ha producido una desaparición de las cuotas de producción que ha traído como consecuencia que dos grandes productores como son Francia y Alemania aumentaran la superficie y, consecuentemente, también la producción. Por ello, bajó el precio del azúcar e incluso esa situación se llevó por delante a ocho plantas europeas que tuvieron que cerrar».

Para evitar que la situación pueda acabar con las economías de los productores que abastecen a la planta de Miranda, esta ha establecido un nuevo sistema de precios que garantiza al agricultor cubrir los costes de producción: «Se establece un precio con una base fija y un porcentaje variable que hace que, al menos, el agricultor ingrese un mínimo que le permita salvar gastos», señala Santos.

Desde Azucarera se está tratando de apoyar al agricultor, no solo garantizándole un precio mínimo, sino dotándole también de las herramientas necesarias para aumentar la producción sin dañar la calidad y por ello, «estamos trabajando con nuevas variedades de sercospora que cumplen ese objetivo», dice Santos.

Además, señala la directora del área agrícola de Azucarera, «el agricultor debe saber que la remolacha no deteriora el suelo como otros cultivos, sino lo contrario. Al tratarse de una raíz profunda, cuando se arranca, se oxigena el suelo y las hojas que se desechan, quedan como abono, por eso se potencia desde la administración porque la remolacha es muy propicia para la rotación de cultivos».

Y como complemento, el productor de remolacha, como muchos agricultores, pueden recurrir también a ayudas de apoyo al medio rural y por creación de empleo, así que Santos apunta que a un productor de remolacha, «el ingreso no solo le llega por la producción sino también a través de ayudas de la administración».

No obstante, Santos no es ajena el proceso de 'demonización' del que está siendo víctima el azúcar. «El ministerio de Consumo ha lanzado una campaña en el que casi se equipara el azúcar con el tabaco. Se dice que el azúcar mata, pero no se tiene en cuenta que el azúcar es un ingrediente natural que solo es malo en exceso. Si se quiere luchar contra la obesidad infantil antes que el azúcar o gravar los refrescos, se deberían prohibir las videoconsolas...».

Y además, desde Azucarera se recuerda que «diferentes estudios avalan que por cada puesto de trabajo directo en la industria del azúcar hay 10,4 indirectos, entre los que se incluyen transportistas, agricultores... y además, se crea riqueza en el entorno rural».

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