Si te abres al mundo laboral y estimas que eres corto en estatura y en musculatura, pronto percibirás que, a base de pico y pala, difícilmente progresas. No te queda más remedio que recurrir al pensamiento. En esta línea, el microscopio no es un símbolo ... de élite, sino simple herramienta para sobrevivir. Y el retiro a la vida rural no es postergación. Se trata de encontrar posibilidades en la reflexión ante la naturaleza, por mirada observadora. Cuando llegué a Haro, los primeros días estaba inquieto saliendo a Logroño, a Bilbao, a bibliotecas para no quedarme estancado. Poco tiempo después dejé de salir y percibí que tenía la ventaja de masas de viñedos y que era un privilegiado. ¿Cómo cambié de actitud? Fue sencillo. Tenía en casa, «El Perry» (Manual del Ingeniero Químico). Leí que los sulfuros eran, prácticamente, insolubles en agua. Y, estudiando la botrytis, supe que su enzima, la lacasa, contenía cobre.
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Pensé... «sí a uva con botrytis le añado sulfuro blanquearé el cobre y anularé su lacasa»... Lo probé experimentalmente con dos miligramos de sulfuro de sodio por litro de vendimia dañada. Funcionó y gestioné la patente. Durante los meses siguientes publiqué el núcleo y derivaciones del tema. Envié copia a las enológicas europeas. Sin moverme de Haro. Comprobé que mis ideas «volaban». Aparecieron monografías sobre esta patente, en Francia, en Italia y en Yugoslavia. M. Haurie, en 'La Journée Vinicole'; Kovac, en la Facultad de Novisad; M. Leglise, en la Academia de Agricultura de Francia; V. Pellotra, en la Universidad de Bolonia. Además de libros (Dalin y Paronetto). Había acertado entrando en el campo de los productos auxiliares del vino, que es un campo más dinámico que viticultura y enología. Y Europa es sensible ante ideas originales. Y las patentes son vía eficaz. Cuando voy a charlas a áreas desfavorecidas, les animo a pedir ayudas, pero también a sublevarse. Pero contra la pereza. Si estás solo en el campo observa tu entorno. Anota, pública y conecta con Europa. No es problema de aptitud pero sí de actitud. Sin originalidad no hay supervivencia competitiva.
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