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En el primero se encuban los racimos enteros y en el otro aplastamos o separamos del raspón. Cuando compramos fruta, la llevamos a casa en bolsa de plástico pero allí la ponemos al aire. Ocurre que la fruta «respira» y emite gas carbónico. Y, en ... atmósfera cerrada, vuelve a asumir ese gas y por él fermenta en sus células, sin microbios. Esa fermentación es intracelular y se conoce como maceración carbónica. El cosechero dispone de envases de hormigón abiertos de forma de cubo de tres metros de lado. Totaliza 27 metros cúbicos. Pero no lo llena de racimos. Deja arriba un vacío de unos 60 centímetros. Encuban unos 2.300 kilos que le darán mil cántaras de vino (16.000 litros).

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larioja Maceración carbónica