El cambio climático extiende la avispa asiática por La Rioja

El encuentro tuvo como objetivo establecer un plan de control de la avispa asiática como especie exótica invasora cuya presencia fue constatada en los años 2014 y 2015 en el valle del Ebro con entrada por la zona del País Vasco y Navarra.

Toda la cornisa cantábrica tiene presencia de 'vespa velutina' y preocupa su avance hacia el sur.

En la cita de ayer participó el director general de Biodiversidad, José Luis Rubio, representantes de la sección de ganadería que gestiona las explotaciones apícolas y de la Asociación Defensa Sanitaria Ganadera Apicultores de La Rioja, que se ocupará de las acciones con seguimiento del servicio de conservación del Gobierno de La Rioja

Rubio señala que «en 2022 hemos vivido los extremos de un cambio climático, con un verano superagresivo y un invierno muy suave. Esto ha provocado que la avispa asiática aumente en la región».

«No solamente está en los valles más húmedos como el Oja o el Najerilla y el Iregua, sino que hay en el alto Cidacos en Zarzosa o desde hace unos años en el Alhama-Linares. Ha llegado a todos los valles riojanos», indica.

En la reunión se acordaron herramientas y compromisos basados en protocolos de actuación (como establece el plan de 2015) que incluyen trampeos desde febrero hasta octubre para capturar las reinas que se activan en primavera. «Es la lucha primera», afirma el director general.

También podrán practicar la modalidad del troyano para capturar avispas e intentar localizar el nido pintándolas o marcándolas con un sedal con insecticida.

Una vez descubierto el nido, se retirará por parte de Biodiversidad en el medio natural o por el CEIS Rioja en el entorno urbano o periurbano.

«La avispa asiática ataca a muchos insectos. Cuando afecta a las abejas causa un daño directo a los apicultores y puede acabar con las colmenas. Además de provocar problemas a las personas por picaduras y a la biodiversidad por la pérdida de polinizadores», asegura Rubio.