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En época navideña tradicionalmente destacaba el consumo de cardo fresco. Era una costumbre asentada en muchas familias que practicamente ha desaparecido. Ignacio Salvador García ... Fuertes, gerente de la Cooperativa El Raso de Calahorra lo tiene claro: «El cardo ha pasado a la historia. Antes, en estos días de fechas de Navidad se consumían entre doscientas y trescientas unidades diarias. Ahora con cincuenta cardos al día, sobra. La gente tira más al producto congelado o embotado en conserva».
Se busca lo fácil y quitarse del trabajo y limpiar y preparar el cardo, que requiere una dedicación en tiempo y esfuerzo, aparte de cocinarlo.
La diferencia del coste resulta abismal. «Un cardo natural se vende por 3 euros y por una bolsa al vacío preparada, de 250-300 gramos, te cobran 6 o 7 euros, pero hoy en día se prefiere eso», señala Salvador. La recogida comenzó a finales de octubre y, si no hiela en el campo, termina en abril. Sus clientes son jubilados, personas mayores. Ningún joven.
En este almacén calagurritano tienen sobre todo cardo blanco, para cocinar, destinado a guisos. De forma testimonial venden alguno rojo, para consumo en crudo, ideal para preparar ensaladas.
Salvador no recuerda el número de agricultores de Calahorra que llevaban sus cardos a la cooperativa antaño. Ahora tiene fácil el recuento: sólo uno.
Todavía se ven en las huertas de diferentes lugares de La Rioja Baja, pero para autoconsumo. En la comarca del Alhama-Linares predomina el rojo y continúa siendo un producto de regalo, como aguinaldo navideño.
Ignacio Salvador García Fuertes
Gerente Cooperativa El Raso de Calahorra
A nivel de cultivo requiere un gran trabajo manual. «Hay que ponerlo en julio, luego atarlo cuando crece (hay quienes lo tapan), dejar que se blanquee, quitar lo malo y cuando se recoge, cortarlo con cuchillo», explica.
Según los datos del servicio de estadística agrícola del Gobierno de La Rioja, en 2023 se dedicaron a este cultivo 30 hectáreas que dieron una producción de 1.290 toneladas en fincas de regadío al aire libre.
En 1990 se registraron 145 hectáreas con una producción de 3.625 toneladas. En 1995 hubo 122 y un mayor rendimiento con 4.392 toneladas de cardo. En 1996 se redujo el cultivo a 96 hectáreas y el descenso ha continuado hasta la actualidad.
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