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Con la experiencia acumulada por el grupo Televitis y el grupo Demos a lo largo de más de dos décadas de trabajo en viticultura de precisión y viticultura inteligente, en el año 2022 –como un 'spin of' de la Universidad de La Rioja– surge Altavitis, « ... con el objetivo de trasladar a la sociedad y al mercado los conocimientos adquiridos yendo un poco más allá de lo que es una simple publicación científica», explica Javier Tardáguila, CEO de Altavitis, quien concreta que lo que se pretende es disponer «de todos los datos posibles para tomar las mejores y más sostenibles decisiones para llevar a cabo una agricultura más eficiente».
Este trabajo iniciado ya hace tres años es el que ha merecido el reconocimiento de AgroBank «y nos ha dado ánimos y una mayor motivación aún», señala. Hasta ahora, esa labor se ha materializado en la oferta de una serie de servicios avanzados como son, según explica Tardáguila, «la detección precoz de plagas y enfermedades. Si el agricultor descubre las plagas de forma temprana, puede realizar una gestión más eficaz en la lucha contra ellas. Con una mejora de la gestión se consigue también un menor uso de plaguicidas y fitosanitarios, por lo que el impacto medioambiental es mucho menor». Ya a finales de 2023, Altavitis recibió un premio por esa detección y diagnóstico precoz de enfermedades.
Otro de los servicios que se ofrecen –y que ha merecido la selección por parte de AgroBank– es la predicción de las cosechas a través de la Inteligencia Artificial. «Somos capaces de predecir una cosecha de una forma muy precisa», señala.
De la misma forma, Altavitis ayuda en un tema cada vez más necesario como es la gestión hídrica. «Con el uso de las nuevas tecnologías, como por ejemplo la termografía, conocemos las necesidades hídricas del viñedo», comenta.
En definitiva, según explica el CEO de la empresa, «nosotros trabajamos para proporcionar datos, apoyados en la más moderna tecnología y la Inteligencia Artificial, que ayuden en la toma de decisiones a los agricultores», aunque desde esta startup tecnológica reconocen que no siempre es fácil convencer a los agricultores de adoptar estas nuevas medidas, aunque para ello también admiten que «cada vez los agricultores jóvenes están más formados y son más permeables a este tipo de ideas. Ellos cada vez están más familiarizados con el uso del GPS, del uso de máquinas para la aplicación de fitosanitarios... cuesta, pero cada vez están más convencidos. Nosotros, no obstante, ofrecemos el servicio completo para que el agricultor no se tenga que molestar».
Altavitis, en principio, está especializado en el sector vitivinícola «pero nuestra intención es poder trasladar nuestros conocimientos y nuestros servicios a otros ámbitos, como pueden ser los frutales o el olivo», explica este catedrático de la Universidad de La Rioja –especializado en agricultura de precisión– que está al frente de los trabajos de Altavitis.
La agricultura está cambiando y lo va a seguir haciendo en los próximos tiempos. En unos casos, porque voluntariamente irá aceptando y asimilando las posibilidades que le ofrecen los nuevos avances científicos y tecnológicos; y en otros, por imposición de las circunstancias que le obligarán a adaptarse a nuevas situaciones como las derivadas del cambio climático.
«La agricultura está cambiando muy rápido, desde la maquinaria hasta el hecho de que la Inteligencia Artificial y la sensórica permiten obtener datos que facilitan la toma de decisiones. Ahora, por ejemplo, podemos tener datos que nos digan que en una parte de la parcela es necesario dar un tratamientos fitosanitario y quizá, en otro, no. Y lo mismo ocurre con la gestión del agua». En este sentido, ya no se deja a la intuición o experiencia del agricultor la toma de decisiones. «Entre otras cosas, porque cada uno tiene un ojo diferente, y luego porque el cambio climático está afectando mucho a la variabilidad. Ahora sirven de poco incluso las tablas estadísticas de los últimos 30 años. Cada vez estamos más alejados de los años medios», explica Tardáguila. «Ahora hay que monitorizar el viñedo para tener datos concretos del momento, cuál es el estado hídrico de nuestro suelo, qué humedad tiene el viñedo... necesitamos saberlo para poder gestionar un recurso estratégico y escaso como puede ser el agua... no nos vale la media de los últimos años».
Ahora, además, Europa impone una reducción en los tratamientos fitosanitarios del viñedo, pero «¿cómo lo hacemos?», se preguntan desde Altavitis, «necesitamos tener datos reales y por parcelas para poder intervenir correctamente. No nos vale con fijar un calendario, hay que ir al viñedo y analizar».
El profesor establece un paralelismo con la medicina en un ejemplo que él suele trasladar a sus alumnos. «Yo cuento que nadie entra a un quirófano sin tener un diagnóstico preciso de lo que le pasa y sabiendo el órgano que hay que tratar. En la viña pasa lo mismo».
La Rioja está todavía en una fase muy inicial de la implantación de estos servicios en su agricultura, según reconocen en Altavitis, donde explican a la vez que «ésta es una empresa que desde La Rioja está en contacto con bodegas internacionales porque ponemos al servicio de los clientes la más moderna tecnología. Nuestros sistemas, por ejemplo, pueden llegar a un conteo por racimos, algo que no se puede hacer con un satélite como se promueve desde otros ámbitos. Nosotros evaluamos cepa a cepa en cada racimo, de ahí que nuestras previsiones sean muy fiables. Volviendo al símil médico es como si analizáramos célula a célula, así es la mejor forma de ver la severidad de la afección y a partir de ahí, saber cómo actuar».
AgroBank desarrolla un programa de aceleración de startups que presentan soluciones de innovación para el sector agroalimentario, con el objetivo de atraer y retener al talento tecnológico y hacerlo llegar al sector.
En esta edición ha escogido las 15 startups más innovadoras y con mayor potencial del sector agrotech y entre ellas ha estado la riojana Altavitis, premiada –según explicó el jurado– por su carácter innovador y su gran potencial de crecimiento.
Todos los proyectos finalistas utilizan tecnologías como la inteligencia artificial, la realidad aumentada, el geoposicionamiento o el blockchain, entre otras, para mejorar la productividad y reducir su huella en el medio ambiente. A través de su actividad, reducen factores relativos al sector como el uso de agua, la emisión de CO2 o el desperdicio alimentario.
AgroBank ofrece a los elegidos un programa de aceleración personalizado, para ayudarles a resolver sus retos e impulsar su crecimiento, validación de modelo de negocio, apoyo financiero, búsqueda de inversiones y ampliación de equipos.
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