La recolección de lavanda comenzó la semana pasada en el campo de cultivo experimental de Quel, en la Finca Ordoyo. Se trata de la primera campaña en la que se va a obtener el aceite esencial para comerciarlo.
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El adrianés Chema Ayensa y el ... calagurritano Enrique Extremiana, con asesoramiento por parte de la empresa Ingeniería Agroambiental y Desarrollo Rural Carna S. L. P., apostaron hace cinco años por esta producción novedosa en La Rioja con un campo demostrativo de lavanda, espliego y dos variedades de lavandín, un híbrido de lavanda y espliego.
Según comentan los responsables de Carna, «la planta, con una floración abundante, entró en producción durante su tercer año y en esta añada ha comenzado el destilado».
«Con el inicio de la cosecha se busca obtener el aceite esencial, producto final de este cultivo. Para ello se ha instalado una infraestructura formada por remolques de destilación, caldera, sistema de enfriado y vaso florentino con el fin de destilar por el sistema de arrastre de vapor el aceite de la propia explotación, minimizando los costes», explican.
5 años
han transcurrido desde que se puso en marha el campo demostrativo de lavanda en Quel. En su tercer año entró en producción y en la añada actual comienza el destilado para comercializar el aceite esencial obtenido.
Una vez finalizada la destilación de toda la plantación, Chema y Enrique comercializarán este aceite aromático riojano.
El estudio agronómico que se realiza en esta finca tiene como objetivo ofrecer una alternativa a los cultivos asentados en la zona, que en estos momentos se centran en el trigo y la cebada, con rendimientos inferiores a los deseados. En ese sentido de búsqueda de opciones para diversificar el campo riojano y favorecer el desarrollo rural, la iniciativa cuenta con el apoyo del Gobierno de La Rioja.
Los técnicos de Carna aseguran que el cultivo de lavanda es viable y puede ser atractivo para las zonas de secano con suelos calizos tan abundantes en nuestra región. Además, abre la posibilidad a los agricultores de introducir otras especies aromáticas adaptadas a estos espacios.
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Respecto al proceso llevado a cabo, señalan que durante el cuarto año se realizaron unas muestras que demostraron que el aceite obtenido era de calidad.
Ahora, con la cosecha en marcha, la cantidad y calidad del aceite que se está recogiendo en la Finca Ordoyo consolida los datos experimentales registrados en anteriores campañas, a la espera de una analítica en el laboratorio que lo confirme, una vez que finalice la recolección de toda la plantación, prevista para las próximas semanas.
La arriesgada apuesta de Chema y Enrique y la paciencia que conlleva este tipo de actuaciones agrícolas novedosas muestra ahora sus primeros frutos, en este caso en forma de aceite esencial, destinado principalmente a la industria cosmética.
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