La Rioja
Lunes, 20 de enero 2025, 11:57
ARAG-Asaja ha solicitado al Ministerio de Agricultura, a través de la Delegación del Gobierno en La Rioja, «una reducción generalizada» de los índices de rendimiento neto (módulos) en el régimen de estimación objetiva del IRPF «aplicables a las actividades agrarias que sufrieron fuertes descensos en sus rendimientos en 2024 debido a diversas causas».
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En el informe que acompaña la petición, que también se ha compartido con las Consejerías de Agricultura y Hacienda del Ejecutivo regional, la organización agraria ha relatado «las consecuencias derivadas de episodios meteorológicos adversos en las explotaciones agrarias». Entre ellas mencionan «las producidas por la sequía en el cultivo de cereal, especialmente en fincas de municipios de La Rioja Alta como Treviana, San Millán de la Cogolla o Foncea, entre otros, y que se tradujeron en una bajada significativa de rendimientos de hasta el 90%».
Así, señalan, «las lluvias intensas y el granizo en primavera y verano ocasionaron graves daños e incrementaron la incidencia de enfermedades en los cultivos», como focos de fuego bacteriano en el cultivo del peral, «lo que motivó al arranque de explotaciones enteras, elevando el coste y pérdidas en directas en producción para los fruticultores».
«Por diversos factores, entre ellos los meteorológicos, durante el 2024, el sector vitícola ha registrado una merma del volumen de cosecha, cuantificada en aproximadamente un 25%. Esto ha impactado de forma directa en la rentabilidad de los viticultores». Frente a ello, aseguran desde ARAG-ASAJA, «los costes de producción han continuado aumentando lo que ha provocado una notable caída de la rentabilidad, comprometiendo seriamente la viabilidad financiera de numerosas explotaciones».
El informe también desarrolla la situación del sector ganadero en 2024. En este sentido, ARAG-ASAJA explica «cómo los efectos de la sequía han impacto en el aumento de los costes de producción de las explotaciones ganaderas en el caso del sector avícola, el bovino intensivo de cebo y el apícola». Eso, «sin olvidar las consecuencias del control y tratamiento de enfermedades como la EHE y la tuberculosis en aquellas explotaciones en las que se detectaron casos de estas enfermedades».
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Por otra parte, «en 2024, el lobo no dejó de atacar a la ganadería de la sierra lo que provocó importantes pérdidas a los ganaderos de la sierra y puso en cuestión la supervivencia de este sector». Por todo ello, ARAG-ASAJA considera «indispensable que el Ministerio tenga en cuenta esta y el resto de las problemáticas a la hora de determinar los módulos para los profesionales del sector».
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