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La Rioja
Martes, 3 de diciembre 2024, 08:39
Son muchos los frentes internacionales a los que deberá hacer frente el sector agrario en los próximos meses. A las nefastas consecuencias provocadas por las catástrofes meteorológicas como el paso de la DANA por el sureste de España y la sequía que ha asolado los cultivos del norte y el centro del país, se unen las decisiones comerciales que tiene que tomar la Unión Europea y que redundarán en la actividad de agricultores y ganaderos.
Una de esas decisiones que en breve se materializarán es si la Unión Europa suscribe finalmente el comercial acuerdo con Mercosur. Un acuerdo al que ARAG-Asaja se opone frontalmente por varios motivos.
En primer lugar, por que es incompatible por la diferencia de estándares de producción. Es decir, los sistemas de producción en países como Argentina, Brasil, Paraguay o Uruguay no cumplen con las mismas exigencias en materia de calidad y sanidad que se exigen en la Unión Europea, ni con los modelos de gestión de las explotaciones que Europa promueve. «Se trata de defender nuestro sector, un sector compuesto por agricultores y ganaderos frente al regido por fondos de inversión o bancos», señala el presidente de ARAG-Asaja, Eduardo Pérez. El posible acuerdo comercial impactará negativamente, entre otros, en el sector de la remolacha y el de carne de vacuno y de ave, sectores importantes en La Rioja, aumentando la competencia desleal para nuestros productores.
Este posicionamiento es defendido por la organización a nivel nacional que reclama un cambio de postura al Gobierno español ante el acuerdo, como ya lo han manifestado países como Francia y Polonia.
La forma cultivar y producir alimentos en esos países poco o nada tiene que ver con lo que se hace en Europa, sobre todo, en lo concerniente a las normas de utilización del agua, el tamaño de las explotaciones y el sistema fiscal, además de las condiciones sociales y laborales de esos países.
«Es jugar al mismo juego, pero con diferentes cartas», advierte Pérez, «y en esta partida perdemos además de los agricultores y ganaderos, toda la ciudadanía europea porque puede ponerse en jaque la seguridad alimentaria». Y es que este acuerdo representa una amenaza para la seguridad alimentaria y el medio ambiente porque los países de Mercosur pueden seguir utilizando neonicotinoides en la producción de remolacha azucarera, mientras que en la UE están prohibidos. Además, la propia Comisión Europea reconoció hace unas semanas que no podía garantizar que la carne que se exporta a Europa desde Brasil no esté producida con hormonas de crecimiento, también prohibidas en la Unión.
«Es fundamental que defendamos nuestra agricultura y ganadería frente a la competencia desleal de terceros países», asegura el presidente de ARAG-Asaja, «por eso le pedimos al Gobierno español que cambie su postura y que no suscriba ese acuerdo tal y como está».
Para la organización es importante que la sociedad conozca los riesgos que entraña este tipo de acuerdos y sus consecuencias.
Por eso, ASAJA junto con el resto de las organizaciones del sector agropecuario europeo y miembros del COPA-Cogeca ha enviado una Carta Abierta a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen en la que defendemos esta posición.
A nivel nacional, exigimos a Luis Planas que se posicione a favor del campo español y defienda sus intereses. No se trata de mitología alrededor del acuerdo tal y como se ha referido en los últimos días sino de luchar contra la competencia desleal, la amenaza sanitaria y el riesgo medioambiental que generar el acuerdo con Mercosur.
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