LOGROÑO

20 años a pie y por el medio de la calle

Todo empezó con el hoy conocido como Paseo de las Cien Tiendas y, por el momento, se salda con la propuesta municipal de restringir al tráfico parte de Duquesa de la Victoria Logroño se sumó a la política de las peatonalizaciones en 1994, que desde entonces no para de ganar adeptos

JAVIER CAMPOS jcampos@diariolarioja.com

Domingo, 13 de abril 2014, 02:39

«A la hora de la verdad, sólo 160 personas de los 2.700 vecinos de la zona se oponen a la peatonalización». Así lo puso de manifiesto Pilar Salarrullana días antes de comenzar el proyecto de reforma urbanística que cambiaría para siempre no sólo las calles Juan XXIII, Doctores Castroviejo, Ciriaco Garrido, Calvo Sotelo y Capitán Cortés, sino al resto de la ciudad. Logroño se sumaba a la política de peatonalizaciones en 1994 con el socialista Manolo Sáinz como alcalde y la centrista Salarrullana como artífice de todo tras concluir el período de alegaciones y el plazo de presentación de recursos de reposición con el PP, la Federación de Asociaciones de Vecinos, un grupo de 160 de ellos y un particular, según recogen las crónicas de la época, en contra de las obras de hace ahora 20 años.

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Dos décadas a pie y por el medio de la calle en las que a las hoy conocidas como Cien Tiendas se les fueron sumando primero Portales y la parte sur del Casco Antiguo y posteriormente, y según se sucedían las legislaturas, calles aquí y allá peatonalizadas o semipeatonalizadas ya a demanda de vecinos y comerciantes, si bien no siempre los proyectos salieron adelante con unanimidad. Y es que si el proceso de restricciones al tráfico rodado contó inicialmente con no poca oposición, manifestaciones y otros actos de protesta incluidos, poco después eran los propios barrios los que reivindicaban sumarse a los nuevos tiempos que se imponían sí o sí.

«La ciudad está inventada para los peatones, no para los coches», sentencia el entonces asesor de Tráfico de Salarrullana, el actual portavoz de la oposición, Domingo Dorado. No en vano, en los cajones del Ayuntamiento duerme el sueño de los justos algún diseño 'adoquinado' que no llegó a ver la luz...

Hoy, el tramo de Duquesa de la Victoria entre Colón y Juan XXIII ha sido propuesto para incorporarse a la zona peatonal donde surgió todo y lo hace, tal y como en su día, no exento de polémica. «Al sector textil, de moda y complementos, igual le van bien, pero las peatonalizaciones no casan con un sector como es el nuestro, el de la alimentación», sentencian desde el Mercado del Corregidor.

La transición peatonal

Saturnino Ulargui y Oviedo son las últimas calles que se han incorporado al callejero 'peatonal' de la capital iniciado con no pocas voces críticas en las Cien Tiendas. Hoy, ya nadie discute sobre la conveniencia de aquella operación, ni siquiera los que alzaron la voz entonces. El caso es que el ejemplo cundió y enseguida se plantearon más obras, donde ahora se reprueba que parece que se hagan pensando en el sector hostelero y sus terrazas -caso de Bretón-.

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Casos como el García Morato serían el claro ejemplo de su potencial regenerador. Incluso los actuales detractores de las peatonalizaciones reconocen que ahí sí que fue un acierto. «Nosotros demandamos la peatonalización en plena polémica en Doctores Castroviejo, Calvo Sotelo, Ciriaco Garrido y Juan XXIII», recuerda el hoy presidente de la asociación de las Cien Tiendas, Roberto Pinillos, entonces al frente de los comerciantes de García Morato.

«El problema antes y ahora surge por la pérdida de aparcamiento, pero a medida que está resuelto las peatonalizaciones son muy solicitadas», reconoce el actual concejal de Movilidad, Ángel Sáinz Yangüela. Eso desde en punto de vista de los detractores, pero... ¿y para los partidarios? El problema es que las calles peatonales no siempre son todo lo peatonales que debieran... por ello fueron necesarias las cámaras y los lectores de matrículas, el último en la calle Galicia.

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