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Javier Herrera realiza un tatuaje en la espalda a un joven./ANDREA CENICEROS
“No me gusta tatuar ni la cara ni las manos”
Riojanos creativos

“No me gusta tatuar ni la cara ni las manos”

Desde lo más terrorífico a lo más místico, Javier Herrera lleva 20 años 'vistiendo' con sus tatuajes a un público joven o con espíritu joven

ÁFRICA AZCONA

Viernes, 31 de mayo 2013, 16:07

Hay artistas locales que apenas se les ve, no están presentes en los eventos culturales y su obra apenas trasciende pese al interés de sus trabajos. Javier Herrera representa a este grupo de creadores, el de los tatuadores, autores que practican una forma de expresión estética diferente a la convencional, pero capaces de crear obras de arte, donde la piel es el lienzo y el tatuaje la pintura. El trabajo de este logroñés, de 49 años, es de sobra conocido entre los amantes del arte corporal, pues hace ya 20 años que abrió su propio Estudio en la calle Muro del Carmen, de Logroño, el primer gabinete de la capital riojana, y un lugar en el que como en el estudio de cualquier artista o arquitecto está lleno de pinturas, dibujos y númerosos bocetos.

Sus trabajos van de lo místico a lo más terrorífico, y de lo figurativo a lo real, pero casi siempre con referencias al amor, tema de inspiración universal, pero de manera especial en el mundo de los tattoos. Del amor de madre de otros tiempos de marineros y soldados, a la actualidad sólo ha cambiado la perfección de la técnica y la estética. Pues como explica Javier Herrera, en los encargos casi siempre hay referencias a lo que uno ama. Puede ser la familia o un animal de compañía o las aficiones que uno tieneAcabo de grabarle a un cliente en el brazo una pipa en recuerdo de su abuelo.

El mensaje es el mismo, pero la forma de trabajar sí ha evolucionado. Antes lo normal era elegir entre los dibujos de nuestro expositor, pero esto se ha acabo La mayoría viene con una idea determinada y te plantea lo que quiere, si hacer un homenaje a su madre porque ha fallecido, reflejar la unión con su pareja, las clásicas calaveras.... El resultado son unas veces dibujos provocativos, otras extrañas figuras de dragones o símbolos chinos, pero también tiernas imágenes repartidas por cualquier parte del cuerpo. En el catálogo de obras de este tatuador de Logroño se puede ver desde una espalda alada, hasta flores que trepan como enredaderas desde el vientre hasta la parte alta de la espalda, con un resultado más que sexy. Hay rostros calavéricos, pero también otros angelicales y de vírgenes de estampa. No faltan los motivos orientales como geishas e inscripciones chinas, todo un clásico en este arte. El resultado es muchas veces como el de un cuadro.

-¿Pero la técnica es la misma? ¿Se puede decir que utilizas las agujas a modo de pincel?

- No del todo. La técnica del tatuaje es bastante compleja, ya que en un lienzo se puede rectificar los colores y en la piel pocas veces puedes corregir. Tienes que saber que algunos tonos con el tiempo pueden aclararse y no siempre puedes hacer detalles que en un cuadro permanecerán como lo dejes. La piel es un elemento vivo y resulta un poco complicado adaptarse, ya que cuando pinchas se irrita y esto hace que muchas veces no se vea el resultado final, si no que lo intuyas. Pero sí, se trata de dibujar, pintar, colorear y dar volumen. Y, al final, la máquina podría ser un pincel.

-Los tatuadores no estáis presentes en la agenda cultural de la región. ¿Serías partidario, por ejemplo, de organizar exposiciones o encuentros como en otras Comunidades?

- El tatuaje se hace visible por sí solo. Creo que tiene más sentido ver nuestras creaciones en el cuerpo que en una fotografía colgada por ejemplo en una galería.

- ¿Hacerse un tatuaje es una forma de revelarse?

- Puede ser, pero también es un acto de libertad, de libre expresión.

- ¿Cada vez hay menos reparos a la hora de decidir la zona donde tatuarse?

- Ya no hay reparos, ahora cada uno elige si quiere que se le vean, se insinúen o llevarlos tapados.

- ¿Qué opinas de las prácticas extremas como tatuarse la cara o la lengua?

- Tanto la cara como las manos son zonas que a mí en concreto no me gustan ver tatuadas. Y tampoco tengo un motivo concreto.

- ¿A qué artistas admiras?

- A Xavi García, Dani Martos, Álex de Pase, Dimitri Hk Hay muchos Si un tatuador se implica, pueden surgir verdaderas obras de arte.

- ¿Tatuarse es cosa de jóvenes?

- La mayor parte de la clientela suele ser gente joven y, si no lo son, tienen ese espíritu. Como el señor de casi 80 años que quiso tatuarse unas castañuelas y, pese a los problemas, para encontrar una zona de la piel tersa, al final lo conseguimos y se fue tan contento.

- Una vez terminado el trabajo, la obra deja de ser suya. ¿Esto cómo se lleva?

- Bueno, siempre se llevan algo de ti, por lo que siempre son algo tuyo.

- Y un tatuador como usted, ¿lleva tatuajes? Le veo los brazos limpios a diferencia de la profusión de dibujos de otros compañeros de profesión.

- Sí, llevo unos cuantos, pero lo que pasa es que no se ven.

-¿Y sus preferencias a la hora de trabajar?

-Llevar mucho o no es una opción. Para mi gusto, es mejor poco y grandes. La gente se suele tatuar lo que ya ha visto a alguien y no creo que esté mal, pero mejor ser original.

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