Borrar
El cabrito riojano huye del lobo
La rioja

El cabrito riojano huye del lobo

Santiago Sánchez, un cabrero de Viniegra de Abajo, explica cuáles son los problemas de un sector de actualidad por la cercanía de las fechas navideñas

I. GARCÍA

Martes, 7 de diciembre 2010, 09:55

Se acerca el periodo navideño y es el momento de ponerse a pensar qué manjares se degustarán en las típicas cenas y comidas familiares multitudinarias. Algunos optarán por el marisco, los más pudientes comprarán angulas, otros apostarán por el rostrizo o por el cordero, pero seguro que mucha gente tendrá en su plato una buena y sabrosa tajada de cabrito. Santiago Sánchez, un cabrero de Viniegra de Abajo, nos cuenta cómo se encuentra actualmente el sector y sus expectativas de cara a las fechas navideñas.

Su percepción sobre el sector caprino no resulta muy positiva. «Está en declive», asegura con rotundidad. ¿Los motivos? SegúnSánchez son variados. Uno de los más importante es la acción de los lobos, que, en muchas ocasiones, cuando las cabras pastan en el monte, se acercan y matan a alguna. «Es muy preocupante», afirma Sánchez. «Además de preocupante es poco rentable, porque la administración sólo te paga aquellas cabras que encuentras muertas, pero hay muchas que matan los lobos que nos las encuentras y por esas no te llevas ni un duro», dice. «Además, en verano este problema hace que se nos multiplique el trabajo porque hay que tener a las cabras muy vigiladas», añade.

Otro de los problemas reside en la fijación de los precios, un aspecto en el que el cabrero tiene poco que decir. «Cuando compramos el pienso y la paja nos dicen a cómo lo tenemos que comprar y cuando viene el carnicero nos dice a cuánto tenemos que vender el cabrito», cuenta. «Nosotros no tenemos decisión ninguna», apostilla. Según Sánchez, otros años se han pagado alrededor de 60 ó 70 euros por cada cabrito. «Aunque depende del peso que tenga», aclara. En cuanto a este aspecto, el de Viniegra de Abajo explica que la media de peso de los cabritos que se venden se sitúa entre los 8 y los 10 kilogramos en vivo: «Desde que las cabras paren, pasan los primeros días con los cabritos apartados en corrales;cuando pasan 20 días se empiezan a soltar las cabras al monte y, como mínimo, tiene que pasar un mes hasta que alcance el peso necesario y venga el carnicero y se los lleve». Con respecto a la cantidad de unidades vendidas en las fechas navideñas, Sánchez calcula que despachará alrededor de unos 80 cabritos: «En marzo sale otra camada en la que se venden otro centenar, más o menos». «El carnicero se lleva todos los que le ofreces, pero lo hace a un precio mucho menor que antes», apuntilla.

Eso sí, no todos los cabritos que nacen se utilizan para la venta. Alguno se deja vivo para que, posteriormente, pueda engendrar nuevos individuos. «Una vez que se pasa la Navidad, no me sale nada rentable guardar los cabritos para carne; me sale mejor dejar a las hembras que me más me gusten vivas», afirma.

En cuanto a las posibles opciones para que el sector pueda mejorar, Sánchez apunta a un par de ellas, aunque no tiene muy claro qué se puede hacer para posibilitar el ascenso. «Se podría poner un precio único para todos o implantar unas tasas mínimas de precios», indica. Por otra parte, al de Viniegra de Abajo le gustaría poder actuar con respecto al problema de los lobos. «Estaría bien, del mismo modo, que las administraciones nos dejaran actuar en el tema de los lobos», dice. «Porque si no, en unos años no nos quedará más remedio que dejar de tener cabras», asegura con pena.

Eso sí, este año los riojanos podrán volver a disfrutar en Navidad con el sabor del cabrito de La Rioja. Un sabroso manjar con el que acompañar las celebraciones de unos días que pasan por ser de los más familiares y entrañables de todo el año.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja El cabrito riojano huye del lobo