El aeropuerto riojano registró el pasado año la cifra de viajeros más baja de su historia

El aeropuerto riojano perdió el año pasado un 25,5 por ciento de pasajeros rebajando la cifra hasta los 35.664 viajeros, que es la peor registrada desde su primer año de operatividad, el 2004. Entonces, se alcanzaron los 38.313 usuarios, mientras que el récord se logró el año 2007 con 56.371 pasajeros, según la estadística oficial de Aena. Así las cosas, la infraestructura de Agoncillo ha perdido en los dos últimos años 20.700 viajeros, es decir, más del 36%.

El ministro de Fomento, José Blanco, abrió el martes el melón al aportar por primera vez en el Congreso las cuentas desgajadas de los 48 complejos que gestiona Aena, de los que sólo nueve no producen pérdidas, para presentar una nueva propuesta de gestión abierta parcialmente al capital privado y a la participación de las comunidades autónomas.

Blanco señalaba como un objetivo básico la supresión de los controladores en aquellos aeropuertos con menos de 50 vuelos diarios (Agoncillo tiene hoy en día uno, de ida y vuelta a Madrid, al margen de aeronaves privadas) para reducir gastos y su sustitución por tecnología, de forma que puedan autorizarse y dirigirse las operaciones desde otros aeropuertos con más tráfico.

El riojano parece ser que será uno de los afectados, aunque fuentes de Aena eludieron confirmar tal extremo hasta que «no se publique el decreto que determinará todas las condiciones que deben cumplir los aeropuertos para sustituir a los controladores».

Aena, y la propia dirección del aeropuerto riojano, evitaron confirmar también el número de controladores de Agoncillo (el ministro cuestiona sus elevados salarios), así como el número de personas que trabajan en el complejo. En cualquier caso, según la memoria publicada del año 2008, Aena tenía en nómina a 29 personas en la región.

De las cifras aportadas por Blanco sobre el aeropuerto riojano queda claro que, a falta de la ampliación de la pista y la instalación del ILS para permitir aterrizar naves de mayor capacidad, es altamente deficitario. El año pasado perdió 6,2 millones de euros y el gasto de personal ascendió a 1,25 millones de euros, frente a unos ingresos de explotación de 500.000 euros.

La propuesta de Fomento

Además de la supresión de controladores, el planteamiento de Fomento sobre la gestión aeroportuaria pasa por un primer paso a la liberalización (no de la navegación aérea, que seguirá siendo competencia exclusiva de Aena), con la entrada de hasta un 30% de capital privado en una nueva sociedad mercantil que gestionaría todos los aeropuertos salvo, probablemente, Madrid y Barcelona. Para cada aeropuerto, se crearían además comités en los que participarían directamente las comunidades autónomas (cinco consejeros) y las cámaras de comercio (un consejero), además de Aena (siete consejeros).

Lo más importante para los aeropuertos pequeños y deficitarios, como el riojano, es que se garantiza el interés general (y, por tanto, la financiación estatal) y la gestión en red, es decir, que las cuentas serán conjuntas como hasta ahora, lo que permitiría compensar las pérdidas entre unos y otros o, en último caso, asumirlas Aena o la nueva sociedad de gestión.