Vecinos de Poeta Prudencio rechazan convivir con una subestación eléctrica

«Peligro de radiaciones en nuestra calle». Los vecinos de Poeta Prudencio se despertaban ayer con tal advertencia colocada a puertas de su casa 'vía celofán'. La noticia del traslado de la actual subestación eléctrica de Marqués de Larios a Poeta Prudencio debido a las obras del soterramiento del ferrocarril ha llegado a sus oídos y pocos parecen dispuestos a convivir con la instalación de Iberdrola ante sus ojos.

La campaña de protesta iniciada en la calle, de la que por el momento no tiene conocimiento la asociación de vecinos de Cascajos, ha surgido de manera espontánea y con el paso de las horas ha ido tomando forma y recabando apoyos. «Nadie sabe nada y, lo que es todavía peor, nadie dice nada... Desde hace algunos días se oyen dimes y diretes cuando el tema es lo suficientemente importante como para que a quienes vivimos en la zona se nos mantuviese, como mínimo, informados», lamenta Javier, un vecino de la citada calle que llamaba ayer al Teléfono del Lector de Diario LA RIOJA, visiblemente alarmado.

El movimiento de oposición a la futura subestación eléctrica exige su reubicación fuera del barrio pese al mensaje tranquilizador transmitido desde el Ayuntamiento de Logroño. «La subestación de Marqués de Larios ha estado muchos años en superficie y no ha registrado problema alguno, su soterramiento en Poeta Prudencio aún mejorará la seguridad como ya pasa en otros puntos de la ciudad», explicaba ayer el concejal de Movilidad, Domingo Dorado.

El futuro traslado, cuyos plazos dependerán de las exigencias del proyecto de integración del ferrocarril, obtenía luz verde a finales del pasado verano. El Consistorio logroñés y la compañía eléctrica alcanzaban un acuerdo para la permuta de terrenos que posibilitase el desplazamiento de la subestación, fundamental para la correcta ejecución del proyecto de soterramiento de vías en la capital.

Mover ficha

Sin embargo, no ha sido hasta hoy cuando los vecinos han movido ficha mostrando su rechazo absoluto a que la parcela correspondiente al número 11 de Poeta Prudencio acoja a tan incómodo visitante. «Pensábamos que con lo del soterramiento la subestación se marcharía del barrio y ahora resulta que la vamos a tener más cerca de casa», alertaba Javier tras tratar el tema con numerosos vecinos de la zona.