P.A.
Miércoles, 25 de noviembre 2009, 01:53
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Más allá de lo deportivo, el hecho de jugar contra el Haukar le supone al club riojano un quebradero de cabeza organizativo y económico. La razón es simple: Islandia está lejos, y aislada.
Viajar al país atlántico desde España supone cuadrar vuelos y escalas. El año pasado, dos árbitros islandeses pitaron un partido de la EHF del Arrate. Llagaron a España vía Dinamarca. Para el Naturhouse además, es más difícil que para un viajero normal: hay que llevar a una veintena de personas «y no nos vale cualquier horario», recuerda el gerente del club, Jaime González. «Tenemos que llegar a unos horarios determinados, tener tiempo para entrenar...». Y lo más evidente: «Será un viaje carísimo».
El Naturhouse necesita saber cuanto antes cuándo jugará los partidos. Pero es difícil cuadrar hasta el de la ida, en Logroño. Depende de si el primer partido de la segunda vuelta en Eibar es viernes o sábado, porque de eso depende a cuándo se podrá adelantar el partido de Torrevieja, y por tanto si se juega EHF en viernes o en sábado. «Para nosotros el tema es urgente, pero hay que entender que para los otros equipos de la Asobal aún faltan dos meses, y es difícil de planificar».
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